Es posible que el miércoles, en casa del colíder y en el duelo más atractivo de la primera jornada de 2024, Griezmann se convierta en el máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid. Es una de esas frases que hay que pronunciar lentamente mientras se piensa en su contenido: un club con 120 años de historia y un jugador que apenas ha disputado siete temporadas y media y que no se trata precisamente de un 'killer'.
Griezmann superaría así a un mito como Luis Aragonés (con quien ahora está empatado en lo más alto), quien jugó 11 campañas como rojiblanco (64-75), como en su día superó a Escudero (169 tantos de 1945 a 1958). Y en estas circunstancias excepcionales conviene reabrir el debate sobre las 'leyendas en vida', o sea, futbolistas a los que unos otorgan y otros niegan tal condición porque, sencillamente, no ha pasado suficiente tiempo. Por lo visto, los mitos necesitan un tiempo de maceración tras su retirada.
A Cristiano Ronaldo, máximo realizador en la historia del Real Madrid, los nostálgicos tardaron en darle los galones que sí tenía Alfredo di Stéfano; Messi, por el contrario, conquistó pronto en el Barça a los que sí endiosaron a Cruyff. En el Metropolitano ronda más la idea de que aquel verano de 2019 (su salida al Barça) rompió el ritmo de 'Grizi' hacia el estrellato colchonero... por mucho que el francés, en un 2023 asombroso, haya reclamado su lugar en el Olimpo.
Nadie en LaLiga española ha estado implicado en más dianas que el galo. Salió de Catar escocido, sabedor de que el 'doblete' 18-22 era factible, pero Messi le ganó la partida. Una más. Como la de Barcelona, donde viajó hace cuatro veranos convencido de que le iban a dar los galones del argentino y tuvo que regresar al Metropolitano con la cabeza agachada, casi pidiendo perdón, en el acto de contrición más eficaz en la historia de nuestro fútbol moderno. Del último Mundial, lo dicho, salió la mejor versión de Griezmann: maduro, líder, capaz de adaptarse a cada partido con mil guiones diferentes. Un 'Mortadelo', rey del disfraz, bregador cuando había que bregar, duro cuando había que endurecerse, elegante cuando tocaba elegancia y siempre eficaz: solo en Liga ha firmado 16 asistencias en lo que va de año, a las que suma 21 goles. Treinta y siete tantos llevaron su apellido en 2023. Esta 23/24, con 16 dianas en 24 encuentros entre todas las competiciones, alcanza la mejor media realizadora de su carrera: 0,67 por choque.
Plenos poderes
Los premios individuales o colectivos fueron para otros, pero el planeta-fútbol miró en 2023 con curiosidad hacia esta nueva y mejorada versión del francés: Simeone fue 'afrancesando' la figura de Antoine, es decir, dándole un papel plenipotenciario en el mediocampo. Si decidía bajar, era lo correcto. Si decidía correr, convertir el partido en una anarquía de alta velocidad, también. «Lee el fútbol como nadie», describía Deschamps, extrañado por la poca repercusión del 'Principito' en España.
Ahora que ha equilibrado el mito goleador de Luis (mientras sigue ampliando su condición de máximo realizador rojiblanco en la historia de la competición europea: 31), el Atlético afronta su renovación. El año 2026 es la fecha que cierra ahora su contrato, que expirará cuando cumpla 35. Cobra siete millones y el club podría revisarlo 'a la baja'… con lo que a 'Grizi' se le abrirían de par en par las puertas de su particular cielo: EEUU. Quiere terminar allí mientras sea competitivo. Y los colchoneros tiemblan. A los mitos hay que cuidarlos. Evitar que se vayan o salgan mal.