La financiación autonómica y el acuerdo del Gobierno de Pedro Sánchez con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para el «sistema de financiación singular» de Cataluña se situaron en el centro de atención en los respectivos encuentros de los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE); Murcia, Fernando López Miras (PP), y Comunidad Valenciana, Carlos Mazón (PP), con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y los tres líderes autonómicos están de acuerdo en que la financiación territorial se aborde en la próxima Conferencia de Presidentes y, más tarde, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. En estos foros, todas las comunidades autónomas están representadas, aunque después los dirigentes catalanes decidan no acudir. La oposición frontal al acuerdo entre el Gobierno y ERC para garantizarse el apoyo de sus diputados en futuras votaciones en el Congreso quedó patente en las comparecencias posteriores a los encuentros mantenidos en la Moncloa. La más llamativa fue la del castellano-manchego Emiliano García-Page, el único barón regional que se atreve a ejercer una postura contraria a Sánchez en el seno del PSOE. Lejos de amilanarse, Page plantea una alternativa: una ley de armonización fiscal. Esta propuesta permitiría que el sistema de financiación autonómica se actualizara para compensar a las autonomías que actualmente están más infrafinanciadas, entre las que se encuentra Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía. Curiosamente, también son los territorios que componen la España seca, donde el problema del agua está también en la agenda política, como así expresaron al inquilino de Moncloa. Pedro Sánchez no puede seguir instalado en el acuerdo con ERC, porque perjudica al resto del territorio nacional, a excepción de Cataluña. Si prevalece en su postura se abrirá una guerra entre territorios que puede sumir en un caos a todo el país. Las posturas expresadas hoy por Page, López Miras y Mazón son las que consideran adecuadas por la inmensa mayoría de los españoles y el presidente Sánchez debe reflexionar antes de echarse en manos de independentistas sin escrúpulos, aunque visto lo sucedido con la Ley Mordaza y Bildu, cualquier decisión es posible desde la Moncloa.
Cuando concluya esta ronda de encuentros con los presidentes autonómicos habrá que hacer balance de lo expresado por cada uno de ellos y juzgar la decisión que tome Pedro Sánchez. Si lo hace en contra del criterio de la mayoría de los dirigentes territoriales, quedará claro que el presidente del Gobierno no ve más allá de lo que quiere ver, sin importar el bienestar de los ciudadanos, si no su perpetuación en el poder.