«No podemos detenernos, medios, talento y potencial los tenemos sobrados». El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, tendió la mano a los castellanos y leoneses para dibujar de «sin descanso» el futuro de la Comunidad. Un futuro para el que pidió «una entrega total, sin limitación de esfuerzos y de tiempo». Fernández Mañueco aprovechó su discurso durante la entrega de la 40 edición de los Premios Castilla y León para hacer un alegato en defensa de las oportunidades de la Comunidad y una reivindicación de lo conseguido. «Nuestra historia, nuestra tradición, nos impulsa también a emprender, a innovar, a investigar, a la creatividad y la excelencia, somos una tierra de historia, naturaleza, cultura y patrimonio, pero también una tierra de oportunidades, modernidad y futuro».
Ante el millar de personas congregadas en el auditorio Miguel Delibes de Valladolid para la ceremonia, el presidente de la Junta puso en valor el carácter «abierto e integrador» de la Comunidad, y lo contrapuso, sin dar nombres, con aquellos que «buscan el agravio, diferencias o exigir privilegios». «Todo esto es profundamente contrario a nuestra identidad y valores. Porque aquí no creemos en exclusiones ni supremacías. Castilla y León es una comunidad extensa y distinta. Plural, variada y de contrastes. Y, por eso, defendemos la convivencia a través de la diversidad, que la nutre y enriquece».
Sus palabras prosiguieron defendiendo la visión «integradora» de Castilla y León dentro de España, y se comprometió a seguir oponiéndose con todos los medios a «cualquier iniciativa que profane los principios de solidaridad, libertad e igualdad que nuestra Constitución ampara». «Nuestra aspiración al mayor autogobierno no se contrapone nunca con la mayor y más sincera lealtad a España», insistió el mandatario regional, para quien, desde esa aseveración, ejerce desde su Gobierno un autonomismo útil, inclusivo y constitucional y es «un ejemplo del buen uso de la autonomía política».
Frente a ello, Fernández Mañueco sacó pecho de multitud de indicadores económicos, sociales, sanitarios o educativos, y aseguró que desde Castilla y León se «están consiguiendo grandes cosas con el trabajo de todos». «Gracias al compromiso de nuestras instituciones públicas y privadas, de nuestros agentes económicos y sociales, de nuestra sociedad civil, de las personas y familias de esta tierra».
Unos datos ante los que hizo un llamamiento a escapar de la autocomplacencia: «No podemos detenernos». «El futuro de Castilla y León depende fundamentalmente de nosotros. Nuestra Proyección debe continuar sin descanso con un crecimiento inteligente, que impulse nuestro desarrollo desde el conocimiento y la innovación, con un crecimiento sostenible». Todo ello durante un discurso con el que Fernández Mañueco clausuró el acto de entrega de unos galardones que reconocen a los «mejores» paisanos, para los que el presidente de la Junta dedicó unas palabras de forma individual, y reconoció que sirven para «compensar muchos olvidos injustificados». El presidente concluyó parafraseando a Miguel Delibes, quien dijo que si el cielo de Castilla y León es «algo» es porque «lo habrán levantado los campesinos de tanto mirarlo». «Sigamos ampliando todos nuestro cielo».
«Es un camino por que debemos seguir»
El discurso de Alfonso Fernández Mañueco tuvo un especial reconocimiento al hecho de que en esta edición de los Premios Castilla y León haya más mujeres que hombres: «Ellas son mayoría este año». Algo que aseguró entronca con la apuesta del ejecutivo regional de apostar por dar «la visibilidad y el protagonismo que merecen» en la sociedad. «Comparto plenamente las decisiones de los jurados, que señalan un camino por el que debemos seguir». En este punto enmarcó el carácter pionero de Marta Pérez, Premio de Tauromaquía; Belén Sánchez, del Deporte; Eva Hernando, de Investigación Científica y Técnica e Investigación; y Margarita Morais, de los Valores Humanos y Sociales, que acaparan cuatro de los siete galardones entregados. «Necesitamos más mujeres que vayan abriendo camino», verbalizó Fernández Mañueco, que destacó «el desbordante caudal de sabiduría, talento, voluntad, sensibilidad y arte que ofrece el extraordinario elenco de premiados a lo largo de estos 40 años».