Durante el pleno de la liquidación del presupuesto del año pasado, antes de verano, el concejal de Hacienda, Carlos Hernández, explicó que, dada la complicada situación económica del Consistorio tras un 2023 en el que se gastó más de lo que se ingresó, lo que produjo un agujero de 1.425.519,61 euros, el Ayuntamiento estaba obligado por ley a equilibrar ese desajuste. Solo había tres caminos para llegar a esa meta. El primero, coger el presupuesto de este año y meter la tijera en los gastos; el segundo, endeudarse con un crédito; y el tercero, que el presupuesto de 2025 contemple un superávit por dicha cantidad, lo que implica una subida de los impuestos.
Ayer, en el pleno de septiembre, el equipo de Gobierno presentó para su aprobación la opción elegida, la primera vía, que pasa por reducir el capítulo 1 del presupuesto, que es el que recoge los gastos de personal, y también rebajar unos 200.000 euros la aportación que se hace al Patronato Municipal de Deportes, que tuvo superávit el pasado año, y que, en la práctica, supone que este año no se podrá invertir un euro en arreglar las instalaciones deportivas de la ciudad.
La reducción del capítulo 1 se llevará a cabo quitando la asignación económica prevista a aquellas plazas de la Relación de Puestos de Trabajo que no se cubren, y que tradicionalmente se usan como cajón del dinero para solventar gastos sobrevenidos a lo largo del año porque, en la práctica, dejarlas sin asignación económica no compromete ni afecta al funcionamiento del Ayuntamiento consolidado en el resto de partidas.
Carlos Hernández no puso paños calientes a la decisión. «Esto es un castigo pero de algún lado tiene que salir la reducción del gasto a estas alturas del ejercicio y solo de ahí se puede tocar el presupuesto porque el resto ya está bastante avanzado», aseveró.
Del mismo modo, reconoció que le hubiera gustado dedicar el dinero del PMD a dicho fin «porque el listado de actuaciones que hay que llevar a cabo da escalofríos». «El próximo año, una parte sustancial de la inversión irá a mantenimiento y modernización de las instalaciones deportivas», avanzó Carlos Hernández, que advirtió también que «se tocarán los precios de las actividades deportivas» para obtener fondos.
críticas. El ajuste presupuestario generó contestación en la oposición. Para Sergio Abril, del Partido Popular, esta decisión evidencia «que el presupuesto de este año no está bien hecho» si ahora se puede prescindir de casi 1,5 millones de euros «y no pasa nada». El PP se reafirmó en su creencia de que el PSOE ha aprovechado ese remanente negativo de Tesorería para «facilitar una subida fiscal el próximo año». «Dado que se ha demostrado que no es necesaria, esta solución solo nos satisface si va aparejada de una contención fiscal en el presupuesto de 2025», advirtió Abril, que también pidió que ya no se reduzcan las inversiones pero sí se mantenga la vía de la contención del gasto, «también por parte de los concejales del equipo de Gobierno», y que puso en duda que el PSOE haya regularizado 900.000 euros pendientes de recaudación de mandatos anteriores como anunció el concejal de Hacienda.
Miriam Andrés pidió «prudencia» al PP. «Podemos traer aquí todo lo que no cobraron, como la ayuda a domicilio, la plaza de abastos y mercadillo, o los procedimientos sancionadores en Urbanismo que no tramitaron ni uno desde 2019 cuando, a la vez, presupuestaron ingresos millonarios por ellos».
También hubo reproches por parte del portavoz de Izquierda Unida-Podemos, Rodrigo San Martín, porque «no han hablado con nadie para tomar esta decisión» y porque «perturba mucho que 1.200.000 euros salgan del capítulo de Personal con las muchas necesidades que tiene este Ayuntamiento», punto en el que también se mostró de acuerdo el concejal no adscrito, Ricardo Carrancio, que reclamó soluciones a esta situación.
Domiciano Curiel, de ¡Vamos Palencia!, reconoció que la propuesta no era de su agrado. «El dinero del PMD se tenía que haber gastado en el mantenimiento de las instalaciones deficitarias», puntualizó, aunque apeló a la responsabilidad para apoyarla. Desde Vox, Sonia Lalanda explicó que, de las tres opciones planteadas, esta era «la posible». «Pero no son valientes a la hora de tomar decisiones, sino que pretenden seguir por el mismo camino y lo veremos en el presupuesto del próximo año», puntualizó antes de abstenerse.