La falta de pudor de los dirigentes socialistas provoca estupor. El enchufismo, desgraciadamente, ha sido moneda corriente en España, afecta a políticos de todos los colores y oficios muy dispares. Lo que sorprende es que mientras el sanchismo se ha convertido en una inconmensurable agencia de colocación de familiares y amigos, ese mismo sanchismo carga las tintas contra Isabel Díaz Ayuso. Como sorprende que se intente bloquear la tramitación de la querella presentada por su pareja. ¿Miedo a lo que pueda declarar ante el juez?
Estos días se encadenan noticias sobre el hermano de Pedro Sánchez. Nadie duda que valdrá como músico, pero hizo falta que Sánchez fuera presidente para que le dieran un buen cargo en la diputación de Badajoz con excelente sueldo. Que vale por dos, porque se ha residenciado en Elvas, al otro lado de la frontera, para beneficiarse de la fiscalidad portuguesa, infinitamente menos gravosa que la española.
También deben ser grandes profesionales los maridos de Ribera y Calviño, pero no hay que ir muy lejos para recordar que lo eran una sobrina de Guindos y el hermano de Aznar , a los que se negó promoción o continuar en los cargos que tenían en entidades públicas.
La mujer de Rajoy dejó el trabajo de años en el Grupo Planeta cuando su marido fue presidente, y a las mujeres de Aznar y Felipe González las criticaron hasta la saciedad por presentarse a elecciones generales y municipales. En listas cerradas, de acuerdo, pero mantuvieron unas mínimas formas. Las dos trabajaban antes de que sus maridos fueran presidentes. No era el caso de las mujeres de Zapatero y Sánchez. Sonsoles Espinosa pasó de profesora de flauta en un colegio, y miembro de un coro universitario, a formar parte del coro del Teatro Real al convertirse su marido en presidente; después, soprano del Coro de RTVE. Begoña Gómez, de trabajar en una consultoría y asesora de varias ong, pasó al mundo de los negocios a través del Africa Center del Instituto de Empresa, y de codirigir un máster en la Universidad Complutense , puestos para los que según compañeros del IE y la UCM no contaba con los requisitos exigidos. Logró ayudas del gobierno para los masters y para las empresas patrocinadoras.
El ejemplo más claro de colocación de afines está en la extrema izquierda, en Podemos fundamentalmente, donde es difícil encontrar un alto cargo cuya pareja no tenga un puesto importante en el partido … o en el gobierno cuando Podemos se hizo con una vicepresidencia y cuatro ministerios.
Que el familiar de un alto cargo vea bloqueada su carrera cuando su marido o mujer alcanzan el poder es absolutamente injusto. Pero cuando se producen casos de nombramientos en los que faltan méritos y sobran relaciones familiares, se comprende la indignación. Sobre todo cuando los que más tendrían que avergonzarse de la promoción de sus cercanos para puestos que exigen cierta titulación o formación, acusan a los adversarios de colocar a sus parientes o de hacer negocio.