Un congreso para blindarse

Maricruz Sánchez (SPC)
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Sánchez encara el cónclave del PSOE de noviembre como una oportunidad para reafirmar su liderazgo en el partido y acallar las muchas voces críticas por sus prebendas a los independentistas

El presidente pondrá sobre la mesa dos temas claves: la financiación autonómica y la ley de Vivienda - Foto: E. ERCOLANESE (EFE)

Pedro Sánchez tiene muy claro cuál es su objetivo: llevar a término la XV legislatura y seguir en la Moncloa. Y, en ese empeño, el presidente del Gobierno, al margen de las constantes batallas que mantiene abiertas con sus aliados del bloque de investidura, es muy consciente de la necesidad de cerrar filas con los suyos, reafirmándose como líder supremo del PSOE y, además, acallar las voces críticas que en el seno de su partido cuestionan sus prebendas a los independentistas. 

La oportunidad ideal para materializar ambas metas llegará a finales de noviembre, en el 41 Congreso Federal que celebrarán los socialistas en Sevilla. Una cita que él mismo ha adelantado casi un año, cuando no tenía obligación de convocarla hasta finales de 2025, en un momento delicado para el presidente por las investigaciones judiciales a su entorno, su fragilidad parlamentaria y el runrún interno en sus filas por el cupo catalán. 

En el encuentro habrá, al margen de las intenciones últimas de Sánchez, dos temas fundamentales sobre la mesa: la financiación autonómica, que viene marcada por el acuerdo con ERC para establecer un concierto económico en Cataluña, y la Vivienda, un asunto que el Gobierno quiere convertir en bandera de la legislatura.

El jefe del Ejecutivo repite continuamente que aspira a erigirla en el quinto pilar del Estado del Bienestar, junto con la sanidad, la educación, la dependencia y las pensiones y trata de incluir este debate en todos los foros que sea posible.

La ponencia marco del congreso la coordinan la presidenta del partido, Cristina Narbona, el dirigente de la fundación Avanza, Manuel Escudero y la secretaria de Estudios y Programas de la Ejecutiva Federal, Idoia Mendía, y el próximo día 25 debe estar a disposición de toda la militancia para iniciar el período de enmiendas.

Los bulos

Además de estos dos asuntos, es previsible que también se abran debates sobre otros temas, como los retos que suponen para la sociedad o el impacto de los bulos y las noticias falsas, cuestión esta última de especial interés para el presidente del Gobierno. 

El líder del PSOE, que recientemente presentó su Plan de Acción por la democracia, con polémicas medidas como la creación de un registro de medios sobre su propiedad y la inversión publicitaria que reciben, está muy interesado en el asunto, teniendo en cuenta que ha sido una de sus principales armas arrojadizas contra los de Alberto Núñez Feijóo en todos y cada uno de los choques parlamentarios que han intercambiado desde el inicio del curso político.

Barones 'díscolos'

Pero la gran discusión del Congreso, por la tensión interna que genera, girará en torno a la financiación autonómica y por eso Sánchez buscará el modo de encontrar un consenso que calme los ánimos de sus barones díscolos.

Los territorios están alerta ante las consecuencias del acuerdo con ERC -firmado a cambio de que los republicanos apoyasen la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat- y que supone la salida de Cataluña del régimen común de las comunidades. La oposición clama contra este cupo y alerta que supone la ruptura de la igualdad entre españoles, pero las reticencias están instaladas también dentro del propio PSOE.

La materia es de máxima sensibilidad, porque afecta a los fondos que recibe cada región, y tiene en el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page y el expresidente de Aragón, Javier Lambán, sus grandes detractores. Ambos han expresado públicamente su rechazo a la financiación singular catalana e, incluso, la han situado fuera de la Constitución. De hecho, ninguno de los dos ha querido dar sus avales para respaldar la candidatura a la reelección del secretario general socialista que, por otro lado, es el único candidato.

No obstante, Page y Lambán no son las únicas voces críticas en las filas del PSOE. Hay otros, como el presidente de Asturias, Adrián Barbón, y los secretarios generales de Madrid y Extremadura, Juan Lobato y Miguel Ángel Gallardo, que han expresado sus recelos, aunque con menos contundencia, y está por ver si vuelven a oponerse en Sevilla o, como se prevé, acaban acatando la línea marcada desde Ferraz.

Como fondo a la alargada sombra del sanchismo, ante la que pocos se atreven a rechistar, resonarán las amenazas de Carles Puigdemont, que esta semana recordó a Sánchez: «Parece que se olvida de que no tiene mayoría suficiente para gobernar», en un nuevo intento por recordarle a Sánchez que sin sus siete diputados, sus planes de futuro peligran.