Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Familiarizarnos

14/05/2024

Necesitamos comprensión de hogar, máxime en un tiempo donde las familias son muy heterogéneas; ya que los diversos vínculos suelen sentir y vivir de manera distinta, además de que los espacios sean muy diferentes, pues aún se silencian voces en muchos de ellos, imperando el ordeno y mando, sin apenas diálogo alguno. 
Por otra parte, el cambio climático también está repercutiendo negativamente en la salud y en el bienestar doméstico, con una mayor contaminación atmosférica, aparte de los fenómenos meteorológicos extremos exacerbados, como huracanes, sequías e inundaciones, que suelen provocar a menudo desplazamientos forzosos y la pérdida de los recursos de subsistencia. Todo este cúmulo de desalientos, debe hacernos repensar sobre nuestro modo humano de pasar y de morar. Sin duda, tenemos que tomar otra concienciación, sin ceder a tantas fuerzas interesadas dominadoras, contrarias a revitalizar la parentela, que amenazan con nuestra propia destrucción genealógica. Sea como fuere, tampoco podemos admitir esta comercialización de sentimientos, etiquetada por una mercadería de falso cariño, que nos oprime la belleza de oírnos estimados. Ejercitar el amor de amar amor es la escena adyacente por excelencia. No importan las riquezas, lo que nos incumbe es que cada niño, al venir a este mundo de todos y de nadie en particular, sea acogido por el calor de sus progenitores. Tengamos presente que, aunque sean muchas las desmoralizaciones ante las continuas pruebas y permanentes dificultades que nos surjan, cuando se cultiva el apego conyugal de modo auténtico, nada se desmorona y todo se reconstruye, al servicio de la vida y de la cátedra viviente. La solución pasa por que nos familiaricemos y por saber conjugar la verdad con la bondad. Es cuestión de ablandar el corazón para poder restaurar el respeto, la entrega y la convivencia entre análogos. Retirar de nuestros andares el egoísmo, la prepotencia y las pasiones incontroladas que nos dominan como borregos, mejora la atmósfera para entrar en sanación. La fragilidad humana siempre va a estar entre nosotros, pero esto debe hacernos más fuertes para poder reconstituirnos y proyectar con alegría la convicción de que nada está perdido.