Arturo J. Pinto

El rincón del abad

Arturo J. Pinto


Las fiestas de los pueblos como antídoto

16/08/2024

Durante este largo fin de semana coinciden en la provincia palentina y en toda España multitud de fiestas patronales de Nuestra Señora y San Roque en nuestros pueblos, y si no son patronales, también hacen fiesta veraniega para aprovechar la afluencia de familiares y amigos. 
Las fiestas rurales de nuestra cultura europea y cristiana son más que meros eventos; representan el alma de una comunidad de ciudadanos, una forma de transmitir valores (religiosidad, historia, tradición, participación, respeto, convivencia, diversión, alegría…), a través de actos religiosos para honrar al santo patrón y profanos con pasacalles, conciertos, bailes, verbenas, eventos gastronómicos, ferias artesanas, juegos infantiles, festejos taurinos, actividades deportivas, de ocio y tiempo libre…
Las fiestas significan estrechar lazos; disfrutar del placer que supone el reencuentro con la familia y los amigos; renovar vínculos y proyectos colectivos. Por eso cumplen funciones relevantes para la cohesión comunitaria y la continuidad de la vida social.
Pero las fiestas también aportan una ruptura con lo cotidiano y suponen un antídoto ante la realidad socioeconómica que debería sustentar en un futuro mediato nuestro bienestar, cuyo horizonte se empeñan en nublar con mucha incertidumbre nuestros gobernantes nacionales, más pendientes de proclamas maniqueas y autoritarias para mantenerse en el poder, que de gestionar y consensuar con la representación mayoritaria de la sociedad, en vez de con partidos minoritarios y extremos. Así seguimos sufriendo el cansino problema catalán, que el Gobierno se ha empeñado en que sea un problema nacional, con argumentos injustos e insolidarios para el resto de los españoles; o la desfachatez con la que se empeña en interpretar y descalificar las actuaciones del Poder Judicial, cuya función es tan democrática como el Ejecutivo o el Legislativo…
Educación y respeto, por favor.