«El festival va a ser una reivindicación de la minería»

Pablo Torres
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Natural de Almanza (León), a unos 30 kilómetros de Guardo, Rubén Cerezal es el organizador del nuevo festival Mina Magna Fest

Rubén Cerezal - Foto: DP

Rubén Cerezal, con tan solo 24 años, se ha propuesto llevar la música electrónica a Guardo en forma de festival. El Mina Magna Fest, la nueva propuesta musical de la provincia, tendrá lugar la noche de mañana en el antiguo lavadero de carbón de la localidad minera, donde se darán cita los amantes del género.Así, el evento busca a su vez poner en relieve la actividad más característica de la zona gracias a su leit motiv: la minería. 

¿Cómo surgió la idea del festival?
Tenía un proyecto de este estilo ya pensado. Estoy acostumbrado a las fiestas de pueblo y quería algo más profesional, tematizado y con artistas de renombre. 

Elaboré el proyecto, pero necesitaba una temática con la que hacer un homenaje a lo que representa  esta zona. Eso era la minería. Es una forma también de poner voz a la idea de que los pueblos están vivos y también pueden atraer gente de la ciudad, y no solo al contrario. 

Busqué un lugar y di con el lavadero de carbón de Guardo. Vi que cumplía las cualidades perfectas y salió la idea. 

La música electrónica no tiene tanta presencia en las citas musicales de la provincia
Diría que en todo Castilla y León no hay un festival de música electrónica de esta categoría.

¿Contaba con experiencia previa en la organización de eventos?
Cuento con la experiencia de organizar eventos que no requieren intermediarios. Hacía contrataciones de discotecas, orquestas, etc. 

Tratar con artistas de renombre hace que la tramitación sea más difícil; al igual que otros detalles como el vallado. En este tipo de eventos, tienes que abrir el pensamiento e intentar abarcar más franjas. 

Apuesta por un cartel con grandes nombres del género, como Fernanda Martins o Ramiro López; así como djs de la tierra, como Davoblack
Hay uno de Aguilar, otro de Guardo y otro de la zona de Olleros. Otros festivales deciden traer a un artista de renombre y el resto de menor caché. Yo traigo un cartel que, en líneas generales, cuenta con bastantes nombres, y los junto a los djs locales. Es una forma de darles el protagonismo que se merecen. 

¿Perspectivas de futuro?
Esto es un proyecto a largo plazo. Mi idea es ampliar año a año la oferta musical e implementar nuevas ideas. Eso sí, todo va a seguir la línea de la música electrónica, ya sea uno u otro subgénero de la misma. 

¿El concepto de la mina va a ser también una constante en futuras ediciones?
 Independientemente de los artistas que vengan, el protagonista es el lugar. Será año tras año una reivindicación de la minería, de lo que dio de comer a nuestros padres y abuelos. Siempre voy a priorizarlo, además de por ser una pasada, porque es la forma de hacer hincapié sobre la zona en la que estamos. 

¿Ha contado con ayuda adicional para la organización de esta cita?
En una primera edición, en la que no hay presupuesto, no te puedes permitir el lujo de cosas como que te monten el vallado u otras tareas.

Es en estos casos cuando ves lo bonito de la gente cercana a ti. Un día te echa una mano un amigo, al otro la familia… Que cuentes con ese apoyo es reconfortante. Si no, todo sería muy difícil. 

La primera vez no tienes medios, y menos en un pueblo. En una ciudad, si llamas a una empresa, no hay que transportar nada, pues esta está en la propia ciudad. Eso hace que sea todo más barato. 

A falta de un día, ¿ha cumplido sus expectativas?
Se han vendido más de 800 entradas y, contando que hay venta en taquilla, creo que se superará el objetivo de las mil.

Aunque sea un género que no le guste a todo el mundo, hay que apoyarlo, y es lo que cuenta.Si se cumplen los objetivos a largo plazo, el mayor beneficiado es el pueblo.