La alcaldesa de Báscones de Ojeda, Virginia Ruiz San Martín, ha apostado por su pueblo plenamente al acceder a un cargo que le ayuda a luchar por los intereses y un futuro mejor para su pueblo y sus vecinos.
¿Cómo llegó a la Alcaldía?
Mi llegada a la Alcaldía fue muy especial. A mi profesión como trabajadora social se suma mi fe católica que, me ha llamado siempre a ponerme al servicio, colaborando con las distintas necesidades de las personas del pueblo.
Tras la petición por parte del anterior alcalde para que presentase mi candidatura en esta legislatura, comencé un proceso de discernimiento donde sentí que Dios estaba pidiéndome dar testimonio de esa fe en la vida pública. Fue así como, gracias al apoyo de los vecinos de Báscones, acabé poniéndome al servicio de las personas, de mi comunidad y de mi pueblo.
¿Ser alcaldesa es lo que esperaba?
Es una gran responsabilidad, es un gran aprendizaje y una apertura a conocer la realidad desde otra perspectiva completamente diferente a la que tenía. Es muy enriquecedor teniendo en cuenta la complejidad de las situaciones, de tomar decisiones, de la burocratización de muchos procedimientos que parece que dificultan en vez de favorecer a la persona.
¿Cuál es su principal motivación?
Mi principal motivación para ser alcaldesa es responder a la vocación de servicio a los demás, es el bienestar de las personas que conforman mi localidad y el cuidado de Báscones de Ojeda, sus servicios, sus tradiciones, sus infraestructuras y su entorno.
¿Qué filosofía transmite a su equipo de Gobierno para afrontar día a día?
En nuestro día a día pretendo trasladar a mi equipo que trabajamos por y para el bien de nuestro pueblo, donde todos somos partícipes. En este momento, somos la cabeza visible de Báscones y, por tanto, nuestro principal objetivo es velar por el bien común, no solo por la mayoría ni por los intereses de unos pocos, debiendo maximizar los limitados recursos de los que disponemos.
¿Cuál es la parte más difícil?
Una de las mayores dificultades que me he encontrado hasta el momento ha sido poder abarcar la multitud de tareas que conforman un Ayuntamiento. Al final, son muchos aspectos nuevos y el aprendizaje ha de ser continuo. Otro aspecto que me preocupa es el no poder dar respuesta a todas las demandas que recibimos o no hacerlo de la forma que se espera. Por último, el tener que compatibilizar la vida personal y laboral con la Alcaldía, dado que nuestra dedicación no es exclusiva, hace que los tiempos que podemos destinar a la misma sean limitados.
¿Y lo más fácil?
Desde mi punto de vista, lo más sencillo es poder tratar con los vecinos y vecinas de Báscones con cercanía y proximidad al tener la confianza de conocernos de siempre. Báscones me ha visto crecer, es el lugar donde he pasado la mayor parte de mi vida y me ha ayudado a ser la persona que soy hoy en día.