El significado del minuto de silencio que tuvo lugar ayer a los pies de la Casa Consistorial acentúa su sentido tras los lamentables hechos ocurridos los últimos días en el país.
Seis asesinatos, todos ellos por violencia machista y vicaria, se produjeron en las localidades de Zafarraya, Fuengirola yPedroñeras. «Lo que hemos vivido no podemos, bajo ningún concepto, normalizarlo», denunció la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés.
Varias autoridades palentinas quisieron sumarse al rechazo ante esta lacra social, a la vez que mostraron su solidaridad con los familiares de las víctimas. «El asesinato de cuatro mujeres y dos niños ha llegado a tal punto que lo leemos, nos escalofriamos, nos revelamos en ese momento, pero no llega a más. La sociedad tiene un grave problema que, como administraciones, no sabemos cómo afrontarlo», lamentó la regidora.
La primera edil quiso también incidir en la improtancia de «revisar los mecanismos de protección» a las víctimas de violencia de género, los cuales, en palabras de Miriam Andrés, «presentan fallos muy graves». Pese que los hechos ocurridos han tenido lugar en poblaciones alejadas de la palentina, es importante hacer hincapié en que, «en cualquier momento, puede ser nuestra vecina», advirtió la regidora.
En el caso de la provincia, las denuncias por violencia de género registradas el pasado año alcanzan las 421, amén de los datos proporcionados por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género dependiente del Consejo General del Poder Judicial. Durante los primeros tres meses del presente ejercicio, 101 denuncias fueron presentadas por este tipo de delitos.