Cumpleaños feliz en Osorno ¡por fin!

César Ceinos
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La pandemia de coronavirus impidió que el colegio Nuestra Señora de Ronte celebrara sus bodas de oro en 2021. La labor de la nueva junta directiva del AMPA fue clave para lograr rescatar una fiesta en la que se recordó la historia del cent

Imagen fechada en 1985 de un grupo de alumnos del colegio de Osorno - Foto: DP

La pandemia de coronavirus debía al colegio público Nuestra Señora de Ronte de Osorno la conmemoración del quincuagésimo aniversario de su inauguración y el pasado sábado 15 de junio pudieron, por fin, cobrar esa deuda. Tres años después, unas 200 personas de diferentes generaciones vinculadas  al centro celebraron por todo lo alto las bodas de oro de un lugar que sienten como suyo, aunque, en algunos casos, hace años que dejaron de ser alumnas o docentes.

Fue una emotiva jornada de recuerdos ligados a un colegio que inició su andadura como escuela nacional en 1970, «aunque el primer aula no se inauguró hasta 1971», recuerda la actual directora, Noelia Pedrosa. De la educación de aquella época, poco o nada sigue igual. Los numerosos vaivenes legislativos educativos vividos en España durante estas décadas provocaron que su funcionamiento haya ido adaptándose al paso del tiempo. Los alumnos empezaron divididos por sexos, luego pasaron a cursar laEducaciónGeneral Básica (EGB) al aprobarse la Ley General de Educación y, por último, con la entrada envigor de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de España (Logse), fueron matriculados en Educación Primaria y el primer ciclo de EducaciónSecundaria Obligatoria, que se ofreció en la villa terracampina hasta hace unos años.

Los cambios también llegaron, incluso, a la propia sede, ya que pasó de estar junto a la actual residencia de mayores de San Miguel de los Santos a hacerlo en el actual edificio, que está situado en la carretera de Abia de lasTorres. El tono rojizo de los desgastados ladrillos caravista del edificio, que ya no pueden esconder que está entrado en años, se cubre con los coloridos grafitis y decorados que dejan entrever la ilusión y alegría de los escolares, que proceden de las localidades de toda la comarca. Hay niños del municipio de Osorno, pero también de los ayuntamientos de Abia de las Torres, Espinosa de Villagonzalo, Villaherreros, Lantadilla, Castrillo de Villavega, Osornillo y Villasarracino. Actualmente son 82, aunque en el pasado la cifra de jóvenes que corrió por sus pasillos llegó a superar los 300. La pérdida de población de los últimos 50 años, al igual que en otras localidades de la geografía palentina, se nota en el centro, que cuenta en la actualidad con 13 docentes encabezados por el equipo directivo, compuesto por la directora, que también ejerce de jefa de Estudios, y la secretaria, Vanesa Cueto.

Todos juntos, docentes y alumnos, participaron en una fiesta en la que volvieron al presente muchos recuerdos, tanto los que estaban en blanco y negro, como los que quedaron grabados en color.  Hubo intervenciones de antiguos alumnos y docentes, entre ellos, la más veterana, AscensiónSantoyo, de 95 años, «que inauguró el centro». «Fue muy emotivo», declara  Pedrosa, que destacó la labor de la junta directiva de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) para que se llevara a cabo este evento.

RETOS DEL FUTURO. La historia del centro osornense continúa escribiéndose y la comunidad educativa sigue adaptándose a los cambios de la sociedad actual, ofreciendo una enseñanza más individualizada a los alumnos y buscando nuevas formas educativas. «Defiendo la educación rural y deberíamos potenciarla más para que los niños de los pueblos no se vayan a la capital», comentaPedrosa. 

Por ello, desde el centro apuestan por programas de conciliación familiar, como el madrugadores a partir de las 8 horas, y en los meses de septiembre y junio, en los que las clases son de horario reducido, se atiende a los escolares hasta las 14,30 horas. Además, la oferta de actividades extraescolares se extiende hasta las 18 horas. Otro pilar importante sobre el que pivota el futuro del Nuestra Señora de Ronte es la innovación educativa, como las aulas de espacio flexible de formación y aprendizaje (EFFA). «Nos han denominado un centro inclunnovador, es decir, unimos la innovación con la inclusión. De ahí nuestro lema:un puente hace la inclusión», concluye.