Boda real y pavo de acción de gracias

Fernando Pastor
-

El Cerrato había calado hondo en Cascajares y no quisieron salir de la comarca, instalándose en Dueñas, donde permanecen tras el incendio de la anterior fábrica

Boda real y pavo de acción de gracias

Otro punto de inflexión para la empresa Cascajares, de la que hablamos la semana pasada, fue la boda de los entonces príncipes Felipe y Leticia, el 22 de mayo de 2004. El concurso público para elegir el restaurante que sirviera el ágape lo ganó Jockey, uno de los mejores de Madrid y cliente de Cascajares. Presentaron a los príncipes, para degustación, lubina y capón, y eligieron el capón. Enviaron 600 capones para el menú nupcial y otros 200 a los medios de comunicación acreditados para la boda. Ello hizo que todos los medios de hablaran de que en el menú de la boda principesca se iba a comer un excelente capón de Palencia, de la empresa Cascajares. 


Esta enorme publicidad hizo que el lunes siguiente a la boda, la puerta de la empresa registrara una enorme cola de personas que querían adquirir el capón, y de esa forma Cascajares dio el salto de vender solo a restaurantes, a hacerlo a particulares. Las latas de capón comenzaron a comercializarse en las tiendas. También recibieron pedidos de personas que los querían para la boda de sus hijos.
Las peticiones les llegaban de todos los puntos de España, por lo que contrataron distribuidores en casi todas las provincias. 


La Agencia EFE realizó un reportaje que distribuyó a todos los medios de comunicación con una foto de Alfonso Jiménez con un capón en la mano, indicando que se podía adquirir on line a través de la página web de la empresa. 


Todo ello supuso que sus ventas crecieran exponencialmente y necesitaran una nueva ampliación, en el año 2006. Todos los polígonos industriales de Castilla y León les ofrecieron suelo para que se instalaran allí, incluso regalado, pero el contacto con el Cerrato les había calado hondo y no quisieron salir de la comarca, instalándose en Dueñas, en una nave inmensa que fueron ampliando para diversificar la producción: el miedo a que la gripe aviar diezmara los gallos (procedentes del Cerrato y criados en libertad) les hizo comercializar también carrilleras de buey y de cerdo, pularda, cochinillo, cordero, picantón, vacuno, pavo, etc.


El 26 de enero de 2023 un incendio destruyó la factoría. Trasladaron la producción a otro lugar pero ocho meses más tarde regresaron a Dueñas con una factoría con medidas de seguridad antiincendios y triplicando la producción.


PAVO DE ACCIÓN DE GRACIAS.

Ya antes del incendio, las ventas de Cascajares se extendieron en el mercado internacional. Con vistas a incidir en el mercado norteamericano, lanzaron el pavo de acción de gracias con diversas guarniciones e incluyendo un juego tradicional en esta fiesta americana: los comensales rompen el hueso de la quilla del pavo y el comensal al que le toque el trozo más grande tendrá un año de buena suerte.


Esta celebración se lleva a cabo el cuarto jueves de noviembre. Este año por tanto tuvo lugar el día 28. 


Aunque existen más teorías sobre su origen, la más extendida lo fija en 1621, en una cena que los colonos ingleses celebraron con nativos en Plymouth para agradecer la abundante cosecha de ese año en comparación con años anteriores, y el papel que los nativos tuvieron colaborando para que esa cosecha fuese buena. 


La cena tradicional consiste en pavo relleno y guarniciones a base de puré de patatas, salsa arándanos o tarta de calabaza, entre otras.


Este año en San Pedro de Rozados (Salamanca) celebraron esta fiesta, y lo hicieron con pavos cerrateños, de Cascajares.