«Una campaña bastante buena».Así define el jefe de la sección de Incendios Forestales de Palencia, Jorge Bajo, el año que está a punto de terminar. La provincia registró 96 fuegos en superficies forestales, que calcinaron 127,46 hectáreas (ha) del 1 de enero al 31 de octubre (último dato facilitado por la Junta de Castilla y León). 36,72 ha eran de arbolado, 76,33 ha de pasto y 14,41 ha de matorral. El técnico autonómico destacó que las cifras totales son inferiores al promedio de los últimos diez años. En primer lugar, explicó que el número de sucesos es un 8% más bajo y, a continuación, aseguró que el terreno quemado (la suma de los tres tipos de superficie forestal) fue un 18% menor.
Además, hizó hincapié en el alto porcentaje de conatos, que en los diez primeros meses de 2024 llegaron a suponer el 87,5% del total de los sucesos, un dato superior al experimentado en Castilla y León, que se quedó en un 75,71%. Es decir, de los 96 incendios palentinos, 84 fueron extinguidos antes de que la superficie dañada superara la hectárea (10.000 metros cuadrados). Por su parte, los doce restantes no pasaron del nivel cero de gravedad según el Plan de ProtecciónCivil ante Emergencias por Incendios Forestales enCastilla y León (Infocal). «Siempre es motivo de alegría que no haya grandes incendios y que el número de conatos sea alto», explicó Bajo.
Respecto a las causas, el técnico de la Junta comentó que disminuyeron los incendios intencionados y los provocados por neglicencias, aunque, por el contrario, subieron aquellos achacables a accidentes humanos. «Que caigan las dos primeras circunstancias es positivo porque eso significa que se están eliminando», añadió.
Los peores incendios de 2024, en lo que a superficie forestal se refiere (se excluye de esta estadística el terreno agrícola y de cualquier otro tipo), tuvieron lugar en las inmediaciones de Vega de Doña Olimpa (una localidad dependiente del Ayuntamiento de Saldaña), Reinoso de Cerrato y Santibáñez de Resoba (un pequeño pueblo incluido en el término municipal de Cervera de Pisuerga).
En el primer caso, el fuego, que se declaró a las 17,05 horas del 26 de julio, calcinó más de 21 ha, de las cuales 17,1 eran de terreno arbolado. Según los partes que difunde la Consejería de Medio Ambiente durante la época de peligro alto (EPA), dos bulldozer, cuatro cuadrillas helitransportadas (ELIF), una nocturna y tres de tierra, otros tantos helicópteros con base enVillaeles de Valdavia,Camposagrado y Sahechores, seis autobombas, siete agentes medioambientes, dos técnicos, bomberos de la Diputación y laGuardia Civil participaron en la extinción de este incendio.
En el territorio cerrateño, las alarmas empezaron a sonar a las 14,25 horas del 17 de agosto. El balance final arrojó más de 14 ha de superficie arruinada, principalmente arbolada. Dos cuadrillas de tierra y una ELIF, dos autobombas, un helicóptero, dos agentes medioambientales y bomberos de la institución provincial trabajaron en las labores de apagado.
Por último, en el norte, el incendio se declaró a las 16,30 horas del 27 de agosto y arrasó con unas doce ha de matorral. Una bulldozer, una cuadrilla de tierra, tres ELIF, una nocturna y otra dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), ocho autobombas, cuatro helicópteros (uno con base enVillaeles, otro en Sahechores y dos enTineo, Asturias), un avión anfibio desde Salamanca y 14 agentes medioambientales participaron en la extinción de este fuego.
EPOCA DE PELIGRO ALTO. Del 12 de junio al 12 de octubre, la Junta mantuvo el dispositivo EPA, al tratarse de las fechas en las que, habitualmente, la meteorología facilita la propagación de incendios forestales.
En estos cuatro meses, se registraron 54 incendios forestales, el 56,25% del total del período analizado por el gobierno autonómico, que, eso sí, quemaron la inmensa mayoría de la superficie forestal en la provincia, 115,61 ha (el 90,7%). De hecho, los tres incidentes más voraces del ejercicio tuvieron lugar en esta época del año, en la que ardieron 34,64 ha de arbolado, 64,43 ha de pasto y 13,54 ha de matorral.
No obstante, el técnico de laJunta destacó, de nuevo, el alto porcentaje de conatos, que en esta parte del año alcanzó el 83,33%, lo que, en términos absolutos, vienen a ser 45. Solo nueve incendios llegaron a quemar más de una hectárea en la época de mayor calor. Bajo citó como causas de las rápidas extinciones «las condiciones meteorológicas no muy desfavorables» y el trabajo del operativo.
RESPECTO AL AÑO PASADO. En este punto, cabe recordar que, si analizamos los números que difunde la Junta en su página web, la campaña de incendios forestales de 2023 fue, aún si cabe, mejor que la de 2024. De hecho, aquella fue «una de las mejores», según explicó el jefe de IncendiosForestales de Palencia a DP en octubre del año pasado.
Finalmente, a lo largo de 2023, se registraron 125 incendios, de los cuales 112 se quedaron en la fase de conato (el 89,6% del total). Solamente hubo 13 que superaron la hectárea de terreno forestal quemado.
En total, ardieron 71,39 ha, de la cuales 8,73 ha de arbolado, 57,53 ha de pasto y 5,13 ha de matorral. Especialmente bueno fue el período EPA, cuando solo se quemaron 9,6 ha.
17 INTERVENCIONES EN OTRAS PROVINCIAS. Los efectivos y medios destinados en Palencia han salido este año en diecisiete ocasiones fuera de la provincia para participar en la extinción de incendios. En una decena de veces se trasladaron aBurgos, en cuatro a León, en dos aZamora y en una a Valladolid. «Al ser el operativo del Plan de ProtecciónCivil ante Emergencias por Incendios Forestales enCastilla y León (Infocal) regional, pueden participar en otros territorios, al igual que otros vienen aquí», explica el jefe de IncendiosForestales de la delegación territorial,Jorge Bajo.
El mayor despliegue se desplazó al incendio de Castrillo de los Polvazares (León), que se declaró el 19 de agosto, llegó a ser catalogado de nivel dos y arrasó 589,74 ha de superficie forestal. Para participar en la extinción del incendio, desde tierras palentinas marchó un convoy formado por dos técnicos, otros tantos agentes medioambientales, un par de camiones autobombas, dos cuadrillas terrestres y un helicóptero de la base de Villaeles de Valdavia.
En año pasado no fue necesario que saliera ningún convoy, mientras que en el 2022, un mal año en lo que se refiere a incendios enCastilla y León, partieron una decena para colaborar en la extinción de los incendios de Riofrío de Aliste,Monsagro, Losacio, Montes de Valdueza,Santa Cruz del Valle,Boca de Huérgano y Lucillo.
NO FORESTAL. Volviendo a Palencia, el total de intervenciones de Infocal ascendió en la provincia en los diez primeros meses del año a 184, ya que a los 96 incendios forestales (75 quemaron únicamente superficie de arbolado, pasto y matorral y 21, terreno de estas tres clases junto a tierras de otro tipo, como las agrícolas) hay que sumar las 88 intervenciones exclusivamente por fuegos no forestales.Es decir, por aquellos sucesos que no quemaron terreno de monte.
Si se suma el terreno no forestal que ardió este año, el total se eleva hasta las 509 ha, de las cuales 377 ha son de superficie agrícola y 4,7 de otro tipo de suelo, siempre según las cifras facilitadas por la Junta de Castilla y León. Por último, la estadística también recoge 65 falsas alarmas, 47 de ellas en período EPA.
PARA 2025. Por otro lado, el jefe de Incendios Forestales de Palencia adelantó que las ocho autobombas diurnas de la provincia contarán a partir de 1 de enero de 2025 con dos dotaciones cada una, que, por un lado, se dedicarán a la vigilancia y extinción de incendios y, por otro, estarán realizando labores preventivas para evitar fuegos.
Y de cara al verano, está previsto que el operativo se refuerce con dos autobombas nocturnas.