El Ayuntamiento de Saldaña ha promovido una prospección arqueológica apoyada con un georradar en el yacimiento Alto de La Morterona, donde ha salido a la luz un «importante» asentamiento de origen romano que coincidiría en el tiempo con la domus de La Olmeda de Pedrosa de la Vega (siglo IV d.C.).
El estudio no solo se ha limitado a los 40.000 metros cuadrados de parcela municipal, sino que se ha extendido a otros más de 30.000 en fincas colindantes en manos de particulares con arreglo a una subvención de la Diputación destinada a ayuntamientos para el apoyo de intervenciones arqueológicas. Es decir, los trabajos de prospección, que fueron adjudicados a la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se han centrado en una zona de actuación de siete hectáreas.
Allí los expertos han detectado múltpiples cimentaciones e incluso al trazado de una antigua calle de los poblados que allí había. «La gran mayoría tiene que ser restos romanos, pero no lo vamos a saber hasta que se hagan algunas catas y unos estudios más concretos», subraya el alcalde, Adolfo Palacios.
«Sabíamos que había restos arqueológicos, pero desconocíamos del gran núcleo poblacional que había allí», añade. A renglón seguido explica que esta zona ya estaba ocupada por los vacceos [de esta época es la conocida pieza de bronce con doble cabeza de caballo hallada allí en 1944]antes de los romanos y, una vez finalizada la romanización, llegarían los visigodos.
Es intención del Ayuntamiento, en otras campañas, ir completando estos trabajos para tener una visión del conjunto de todo el yacimiento. De igual modo, en una segunda fase, se pretende realizar campañas de intervención arqueológica, apoyándose en los datos obtenidos, que ahonden en el conocimiento de este importante yacimiento.
De todo ello dará cuenta mañana (20,30 horas en la casa de la cultura) el arqueólogo saldañés Jaime Gutiérrez, quien se ha hecho cargo de la dirección de la prospección.
Al igual que ocurrió con La Olmeda, Javier Cortes logró mantener el yacimiento a salvo donando al municipio esta parcela propiedad de su familia. Para ello, solo puso dos condiciones: que no se pudiera realizar actividad alguna en la zona (labores agrícolas, por ejemplo) de cara a consolidar los restos y que se construyera un mirador «para fomentar la riqueza turística y patrimonial de Saldaña y su comarca», detalla el alcalde, Adolfo Palacios. Y es que desde este enclave se divisa toda La Vega, El Páramo, el cauce del río Carrión e incluso la Cordillera Cantábrica.