Los palentinos Javier Puebla Villaescusa y Jaime González Aneas recogerán este viernes enValladolid, si todo marcha como está previsto, sus premios extraordinarios provinciales de EducaciónSecundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato del curso 2022/23, respectivamente. Fueron los estudiantes que sacaron la nota más alta en las pruebas que se celebraron en verano, tras la conclusión de las clases y los exámenes académicos. Como recompensa, recibirán un diploma donde figura la distinción obtenida y 1.000 euros.
Dieciséis alumnos de centros de la capital,Carrión de los Condes, Dueñas y Villamuriel de Cerrato optaron al premio extraordinario de ESO que se concedió en la provincia. Para presentarse a la prueba tuvieron que demostrar que habían logrado una media de 8,75 en los cuatro cursos y un sobresaliente en las materias de las que se iban a examinar en la prueba: Lengua Castellana y Literatura, idioma extranjero (todos se decantaron por Inglés) y Matemáticas, según aparece publicado en la página web de laConsejería de Educación de la Junta de Castilla y León.
Puebla, de 16 años, fue alumno el pasado curso del instituto Alonso Berruguete de la capital y actualmente está en primero de Bachillerato de Ciencias en el mismo centro. De los exámenes que realizó en julio recuerda que los ejercicios de Matemáticas fueron «los que mejor me salieron». «Eran complicados, pero era mi punto fuerte», comenta antes de explicar que logró un 10. En Inglés obtuvo un 8,45 y en Lengua, un 6,9. Además, explica que le preguntaron por todas las competencias adquiridas durante los cuatro años de ESO, lo cual también añadió, bajo su punto de vista, dificultad a la prueba, que se desarrolló en el instituto en el que está matriculado.
Sacó la nota más alta pese a que asegura que no dispuso de mucho tiempo para estudiar y preparar adecuadamente su participación en esta convocatoria que pretende reconocer de manera oficial los méritos del alumnado que ha demostrado una especial preparación en los estudios. «No tuve tiempo para estudiarlo porque me fui de viaje justo antes.Cuando volví a Palencia tuve tres días para mirármelo bastante», añade.
Por otro lado, Puebla explica que «disfruta de la educación» y admite que le gustan áreas como Lengua y Economía, aunque deja claro que por encima de todas ellas está Matemáticas. «Es la que mejor se me da», subraya. Además, destaca la labor del profesor Miguel Ángel Curto.
Respecto a su futuro, el joven, aficionado a los videojuegos, ver deporte, escuchar música, tocar el piano y estar con sus amigos, comenta que querría estudiar un doble grado universitario de Ingeniería Informática y Matemáticas.
TRAS LA EBAU. En el caso de la prueba del premio extraordinario de Bachillerato participaron 28 estudiantes de las modalidades de Ciencias y de Humanidades y Ciencias Sociales de centros de Palencia,Aguilar de Campoo y Venta de Baños, que, tras lograr un 8,75 de media en los dos cursos, se enfrentaron a tres controles. En el primero, desarrollaron un tema; en el segundo, realizaron un examen de Inglés (fue la lengua extranjera que eligieron todos) y en el tercero, de su materia de modalidad. La opción más frecuente fue Matemáticas II, pero hubo jóvenes que escogieron Biología, Física, Química, Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, Dibujo Técnico II, Latín o Geografía.
González, alumno de La Salle el curso pasado, se decantó por Física y la apuesta le salió muy bien. «Creo que acerté.La mayoría cogió Matemáticas y el de Física pudo ser un poco más fácil. Esa fue la clave», admite. Logró un 9,15 en la asignatura de modalidad, que unido al 9,1 de Inglés y al 7,25 del desarrollo del tema, le aupó a la medalla de oro.
La prueba se celebró el 13 de junio, días después de la celebración de los exámenes de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Por ello, el joven, que actualmente tiene 17 años asegura que «lo tenía aún fresco de la selectividad». Su asignatura preferida cuando estudiaba en el colegio de la calle SanBernardo era Matemáticas y, de hecho, es la carrera que está cursando desde septiembre, cuando empezó sus clases en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid (UVa). «También me gustaba la Física, que fue la materia que escogí en la prueba para el premio extraordinario», añade. En cambio, explica que la primera parte, la exposición del tema, fue lo que más le costó.«Me gustan las Ciencias», asevera antes de expresar su felicidad por conseguir este reconocimiento provincial.
Según la información que aparece en las bases, además del documento acreditativo y la asignación económica, obtuvo una exención del pago de precios públicos por los estudios que está cursando en la actualidad en la UVa.