Editorial

La ciudad no puede esperar otros 25 años para tener su centro de congresos

DP
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En este proyecto gafado, cualquier plazo se pone en duda. Habrá que ver para creer

Veinticinco años. Un número redondo que permite medir hasta qué punto el proyecto de rehabilitación de la antigua fábrica de cerámica de Cándido Germán Esteban para su uso como palacio de congresos y exposiciones ha sido un fiasco para Palencia. Hace un cuarto de siglo, nadie dudaba de que un espacio capaz de atraer a profesionales de las variadas áreas sería un revulsivo para la economía local; «un motor de desarrollo económico y social», como repitieron una y otra vez los políticos de uno u otro partido que visitaron las obras de La Tejera o anunciaron que al año siguiente el palacio de congresos iba a estar en marcha.

 Hoy, no se sabe muy bien para que servirá el centro de congresos y exposiciones. Si ya en ninguna capital de provincia de España se escucha a sus vecinos o políticos reclamar la construcción de una instalación de este tipo es, seguramente, porque en estos 25 años les ha dado tiempo a todas a levantar la suya. De hecho, apurando un poco, en alguna ciudad ya la han amortizado, así que, otra vez, Palencia llega tarde.

Eso sí, antes de plantearse para qué se va a utilizar el centro de congresos y exposiciones de La Tejera, antes de elucrubrar sobre cuál serán sus usos, hay que verlo terminado. Porque si algo nos han enseñado estos 25 años es que este proyecto está gafado. Cualquier plazo está en duda, así que aunque el pasado 13 de mayo, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana adjudicó por fin a la empresa Proyecon Galicia el contrato para la rehabilitación por 5.112.110,85 euros (IVA incluido), hay que esperar hasta que los ojos de los palentinos vean a las grúas trabajar para que, esta vez, sí, se puede asegurar sin temor a equivocarse que hay que seguir esperando.

La capital no se puede permitir pasar otros 25 años sin un centro de congresos. Ni siquiera aunque localidades como Paredes de Nava la hayan adelantado por la derecha con un centro de artes diseñado, construido e inaugurado de forma ejemplar. Hasta la reforma completa del centro cultural provincial en unas instalaciones modernas y acogedoras ha hecho palidecer lo ocurrido con La Tejera.

Ya no es tiempo de buscar culpables. De hecho, el Ayuntamiento ya puso en marcha una comisión especial sobre este proyecto que llegó a la conclusión de que esta administración local no tuvo ninguna culpa. Tampoco acertó a determinar a qué se destinaron los 7.268.317, 96 euros que finalmente se ejecutaron de los 9.729.176,80 euros en los que se presupuestó la obra, viniendo a decir que era en Madrid, en el Ministerio, donde se tomaban las decisiones. Ojalá que si, de verdad comienzan las obras este verano, no se vuelvan a repetir los mismos errores. Si ocurre, será mejor coger esos 5 millones de euros y dedicarlos a otra cosa.