Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


Guardianes de la prosperidad

21/12/2023

Que la vida de las personas importa menos que el tráfico internacional de mercaderías es algo que sabe, y aun asume, todo el mundo, pero no por ello deja de ser una vergüenza, un aspecto más de la historia universal de la infamia que se escribe cada día. La diligencia con que Estados Unidos ha organizado la llamada Operación Guardián de la Prosperidad para dejar expedito el estrecho de Bab-el-Mandeb, amenazado desde hace unos días por los ataques de los hutíes a la navegación mercante, contrasta no sólo con su exasperante parsimonia en inducir al gobierno de Israel a atemperar la magnitud de su masacre de civiles en Gaza, sino con su absoluta inoperancia para conseguirlo, reforzada por su obstinación en impedir que prospere cualquier resolución de la ONU para detener, o cuando menos "humanizar", la matanza.
Por el estrecho de Bab-el-Mandeb, pórtico del Canal de Suez, transita, como se sabe, buena parte del petróleo y de las mercancías que se consumen en el planeta, consumiéndolo a su vez. Cegado ese paso marítimo, los grandes buques de carga que van y vienen, a menudo atestados de artículos enteramente prescindibles, cuando no de armas para que los pueblos se maten, han de rodear el continente africano por el cabo de Buena Esperanza, como antes de que se abriera el Canal ideado por nuestro compatriota Fernando de Lesseps, y eso encarecería hasta en un 40%, al parecer, el precio de los mismos. El Ejército de Netanyahu puede pulverizar la ciudad de Gaza enterrando en sus ruinas a 20.000 seres humanos, niños la mayoría, sin que nada le estorbe, pero las escaramuzas de los hutíes contra los mercantes que, según ellos, guardan alguna relación con Israel, han movilizado instantáneamente a las potencias, bueno, a la potencia y sus aliados, y allá que se dirigen portaaviones, cruceros, fragatas, submarinos y acorazados armados hasta los dientes.
Guardián de la Prosperidad, así se llama la operación para impedir que uno de los efectos de las atrocidades de Gaza, la extensión regional del conflicto, afecte a la "prosperidad" de las naciones supuestamente civilizadas que asisten impávidas, o impotentes, a la salvaje destrucción de tantas vidas en uno de los rincones de lo que conocemos como Tierra Santa. Allá van los guardianes de la prosperidad a asegurar el tránsito de las mercancías, pero no se ven guardias ningunos para detener la sarracina del atormentado pueblo palestino, reducido, se ve que por su escaso valor dinerario, a un conjunto de sombras amputadas, hambrientas, sedientas, heladas, hundidas, rotas.