Es un punto, un empate, el sexto en ocho jornadas de liga, pero tiene un sabor diferente, por la entidad del rival y por la forma de producirse, con un Palencia Cristo Atlético serio, sin perder la compostura y hasta con opciones de poder derrotar al líder de la liga.
Algunas novedades-rotaciones, en el cuadro morado en relación al equipo que empataba en el derbi, dando buenas sensaciones en las segunda parte. Sergio defendía los palos; Apa y Astudillo, a pierna cambiada, en los laterales; Pablo y Ánderson, en el eje de la zaga. Doble pivote para Romano y Cisneros; Hugo de Bustos y Cesítar, en los costados, con Dieguito moviéndose en la media punta y Rubo, como referencia.
En las filas del cuadro maragato, dos viejos conocidos, exmorados, el central Jesu y Manu, ocupando el de Castrojeriz una posición un tanto desconocida de volante. El cuadro astorgano responde al mismo patrón de los últimos equipos que subieron a Segunda RFEF de forma directa: bloque sólido, defensa férrea centro del campo físico y puntas rápidos. Su juego no enamora, pero desespera al rival. No genera mucho, pero tampoco le llegan con asiduidad a su marco.
El Palencia Cristo Atlético no quiso caer en ese error de cebarse. Intentaba nadar, pero guardando la ropa. Así que el partido se desarrollaba con cierto equilibrio, aunque con la sensación de cierto control visitante. No fue hasta la recta final del primer tiempo cuando el partido se animó, cuando ambos guardametas aparecieron. A los 39 minutos, el exportero del Astorga, Sergio, salvaba en su salida con los pies el mano a mano con Pablo del Valle. La respuesta local fue inmediata. Hugo de Bustos le colocaba una vaselina a Llamazares en su desesperada salida, estrellándose el balón en la parte superior del larguero. Más clara fue la de Césitar, dos minutos más tarde, disparando en el área pequeña a quemarropa sobre el cuerpo del portero leonés. 0-0, pero con buenas sensaciones locales al descanso.
Seguían los morados serios en la segunda parte, conscientes de que el rival penaliza cualquier error y cometió pocos. Ofensivamente, la entrada de Dani dinamizó a los de Macón. El hábil extremo palentino pudo adelantar a los locales al poco de su ingreso en un lanzamiento lejano que se estrellaba en el larguero.
El Astorga apenas generaba peligro, más allá de un tímido remate de cabeza de Carlos que despejaba Sergio. Un error de Romano, en el descuento, pudo ser el 0-1. salvando Sergio. Hubiese sido injusto.