La industria que más empleo crea en la capital y cambió de manos hace una década de la multinacional americana General Dynamics a la nórdica Nammo. Antes, la antigua Fábrica de Armas sufrió numerosos avatares, quedando atrás años de crisis a caballo entre la titularidad pública y la privada, llegándose a hablar de su desaparición. Nammo afronta ahora tiempos de bonanza coincidiendo con la celebración del décimo aniversario hace unos días. El crecimiento sostenido ha derivado en 75 nuevos empleos, pasando de 220 a los 295 actuales, con un 34% más. Su facturación anual ha crecido exponencialmente de los 20 millones cuando se produjo la entrada de Nammo a los más de 70 previstos para al final del presente ejercicio, casi un 300% más, con una carga de trabajo cercana al 100 por 100 que ha disparado las ventas en cuatro años.

La edad media de la plantilla estaba en 50 años a finales de 2013 y hoy se sitúa en 38, con 257 trabajadores en la planta productiva, incluyendo varios prejubilados parciales, además de 38 empleados externos entre vigilantes de seguridad, limpieza, jardinería y otros; con 295 familias dependiendo directamente de Nammo Palencia.

Antes de llegar la multinacional nórdica únicamente hubo alguna inversión para la reposición puntual de maquinaria. Desde 2013, el dinero aportado en este capítulo ha sido de aproximadamente dos millones de euros anuales, sumando una inversión adicional de otros diez en los últimos tres años para crear una nueva línea de fabricación de munición de calibres medios, lo que arroja una cifra final de más de 25 millones.

Nammo sube en 10 años un 34% en empleo y un 300% en ventas - Foto: Óscar Navarro«Esperábamos un crecimiento al pasar a un grupo mucho más introducido en el sector de la Defensa y que conocía muy bien el producto que teníamos. En 2018 y 2019 se dio un salto aún mayor y, aunque quien nos visita en el exterior ve edificios en malas condiciones, luego comprueba que los talleres dentro de la fábrica están perfectamente acondicionados,  con maquinaria de primer nivel tecnológico y equipos actualizados. Por ello, casi hemos duplicado la capacidad productiva de munición de calibres pequeños y medianos, siendo la única fábrica del país dedicada a ello. Nuestro sector es cíclico y en épocas de menor demanda debemos seguir siendo competitivos sin arriesgar lo conseguido», indica a DP Antonio Llamas, presidente de Nammo Palencia.

BUENAS PERSPECTIVAS. «Hay muy buenas perspectivas por la situación geopolítica actual», explica, para añadir que en 2024 la carga de trabajo seguirá siendo cercana al 100 por 100. Esta situación ha permitido que de los 36 millones de euros de facturación en 2020 se pasara a 50 en 2021 y siguiera subiendo a 60 en 2022 a los más de 70 que se esperan a final de este ejercicio económico, con una previsión similar o algo superior para 2024.

De los 1,5 millones de euros anuales de pérdidas que había cuando se hizo cargo de la Fábrica de Armas la multinacional nórdica, se ha pasado a un beneficio neto de cerca de 9 millones en 2022 y que se espera superar en 2023

. Nammo Palencia, además de surtir a los ejércitos de Tierra, Armada Mar y Aire españoles como industria pujante en su sector, exporta un 90% de su producción a los países de la OTAN y sus aliados, junto a algunos de Asia, Oriente Medio y América.

Nammo sube en 10 años un 34% en empleo y un 300% en ventas - Foto: Óscar NavarroEn la buena marcha de la fábrica que surte al sector militar influye positivamente el clima laboral derivado de la firma en esta nueva etapa del cuarto convenio colectivo. «Se firmó en diciembre del pasado año y contempla beneficios sociales importantes, con ayudas a la natalidad, medidas para fomentar la conciliación laboral y familiar, apoyo a la formación en prácticas de FP Dual, con alguna contratación posterior», expone César Martín, director de Nammo Palencia.

En este punto, destaca que hay más de 50 trabajadores que han decidido participar en clases presenciales de inglés gratuitas. «Esto dice mucho a favor de la motivación y las ganas que tienen los trabajadores a la hora de crecer y progresar», resume César Martín. «Es difícil encontrar mano de obra cualificada y el mercado está saturado al producirse una demanda muy alta. Nuestra idea es seguir progresando y es muy positiva también la introducción de más medidas para posibilitar el acceso de las mujeres tanto en producción como en puestos de responsabilidad», asevera Antonio Llamas.

La Fábrica de Armas no está de espaldas a la ciudad y su progresión apoya el sostenimiento del tejido socieconómico, ya que la casi totalidad de los trabajadores son palentinos. «Se trata de gente que vive y tiene sus familias aquí, con el consiguiente consumo derivado de ello. Nuestra política desde hace tiempo es promover y contribuir por nuestra parte a que se genere un tejido socioeconómico en la capital en la que estamos integrados. Los conflictos bélicos que se viven en diversos países han motivado que se haya cambiado la mentalidad respecto a la industria de Defensa y las Fuerzas Armadas y se entiende bien que es una realidad que está ahí y de la que formamos parte», arguyen tanto el presidente de Nammo Palencia, Antonio Llamas, como el director de fábrica, César Martín, quien concreta que la media anual de contrataciones indefinidas en los últimos años «es de entre 15 y 20 y no hay muchas empresas que puedan decirlo actualmente».

Tecnología  de última generación para abatir drones

La planta palentina destaca por su capacidad para estar a la vanguardia a través de su reciente colaboración en el proyecto en pruebas del sistema de armas Guardian 2.0, de la empresa española Escribano Mechanical & Engineering. El objetivo principal de las pruebas es programar la detonación de la munición en el punto correcto, una vez detectado un dron, para poder abatirlo.

Nammo sube en 10 años un 34% en empleo y un 300% en ventas - Foto: Óscar NavarroEste sistema experimental es capaz de portar y operar con un lanzagranadas automático Mk19 de 40 mm, que dispara munición del calibre 40 x 53 mm, mediante explosión de aire de doble propósito y alto explosivo-radiofrecuencia, que en inglés responde a las siglas Hedp-Rf (High Explosive Dual Purpose Radio Frequency. También hace el 40 mmx 53 HEDP-AB que es el Airburst, con programación por contacto en vez de por radiofrecuencia). Este proyectil se fabrica en las instalaciones palentinas de la compañía noruega Nammo con  pedidos puntuales. Los ejercicios de disparo de esta munición se han realizado en el Cedea -siglas del Instituto Nacional de Ténica Aeroespacial -Centro de Experimentación de El Arenosillo-, en Huelva, y también en el polígono de tiro que la multinacional tiene en la localidad de Paredes de Nava, en una zona que acotada al efecto con total seguridad. En este sentido, la Fábrica de Armas también cuenta con una galería de tiro.

Se trabaja con una munición muy avanzada que funciona por radiofrecuencia en una distancia programada y, tras detectar el objetivo -en este caso un dron- se hace detonar sin que sea necesario que se llegue a producir un impacto. Tal y como explica la compañía nórdica en su página web, la munición moderna con sello palentino, disparada desde un sistema de armas especializado, se ha vuelto extremadamente capaz. Puede desempeñar varios roles en el campo de batalla, empezando a ver opciones que antes solo estaban disponibles para especialistas.

La Dirección del programa de 40 mm de Nammo concreta que el tipo de munición de 40 mm x 53 HEDP-RF muestra claramente que estos proyectiles no están diseñados para lanzarse con la mano como se hacía con las granadas. «Son disparados con un AGL (lanzagranadas automático) y un cañón de 40 mm de alta velocidad ofrece un alcance efectivo de unos 2.000 metros».