Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


Año nuevo

31/12/2023

Esta noche, última del año, repetiremos el viejo ritual con que despedimos un año y recibimos el siguiente. Todas las culturas tienen sus propios modos de hacerlo, aunque en fechas distintas, ya que los calendarios no son coincidentes. Resulta inevitable reflexionar sobre lo que el año que concluye ha supuesto en nuestras vidas, tanto en lo personal como en ámbitos más generales. En todo caso, esta noche, no importa en qué modo la celebremos, tiene un significado esencial consistente en la expresión más evidente de que nuestras vidas no son otra cosa que breves espacios de tiempo. Esta constatación nos inclina inevitablemente a la melancolía así como a un sentimiento de indefensión frente a la muerte. Para encubrir la evidencia tratamos de refugiarnos en diferentes escapatorias. La más recurrente es el atontamiento de los sentidos mediante todos los excesos a nuestro alcance: comida, alcohol, ruido y todo tipo de desmadre hasta el punto de perder la mesura. Mañana estrenaremos un calendario nuevo y todo será igual. Sánchez seguirá en La Moncloa y su funesta Ley de Amnistía continuará su ascenso hacia su culminación definitiva que tanto daño nos hará a todos los ciudadanos de bien. Y lo que nos espera en el ámbito de la política, ya que los que quieren acabar con España siguen dictando sus normas al aún presidente del Gobierno. Algunos de nosotros caeremos en la ilusión de que el nuevo año nos va a aportar una nueva vida y haremos firmes propósitos que vayan a mejorar sustancialmente nuestra existencia. Propósitos que pronto olvidaremos, pero durante esta noche mantendremos un estado de ánimo positivo y tan efímero como la misma noche, última del año. Pasada la euforia festiva propia de estas fechas, nuestras vidas volverán a la amable rutina a la espera del próximo 31 de diciembre. No sabemos qué nos aportará el nuevo año, pero haremos un ejercicio de esperanza y esta noche, cuando nos dispongamos a comer las doce uvas, lo haremos con el mejor ánimo. Deseo a todos los trabajadores del DP y a sus lectores, un venturoso año.