El Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado la nueva estrategia de seguridad, salud y bienestar para el período 2024-2026, que buscará orientar la prevención de riesgos laborales hacia la salud positiva y el bienestar laboral así como promover y difundir la cultura de la prevención de riesgos laborales pero también contextualizar las acciones preventivas a las características propias de cada provincia. Consciente de la necesidad de actuar frente a la siniestralidad, la Consejería de Industria, Comercio y Empleo ha elaborado un nuevo instrumento que posibilita asumir los nuevos retos asociados a los conceptos de los entornos de trabajo saludables y el bienestar organizacional. Tras el Consejo de Gobierno, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, destacó que esta estrategia se consolida como la primera en la historia de Castilla y León cuyo diseño se realiza de forma específica en materia de seguridad y salud. «Un plan disruptivo que supone una mejora sustancial con respecto a las medidas que se han venido abordando en esta materia tradicionalmente y que se encontraban diluidas entre las políticas de empleo», precisó.
Incluso, añadió que otras comunidades se han interesado por el diseño de esta estrategia con el ánimo de replicar lo que ya se está haciendo en la Comunidad desde 2022. Este plan establece las claves y los instrumentos para reforzar las intervenciones frente a la siniestralidad laboral. Poniendo como prioridad la ejecución de actuaciones singularizadas que atienden a criterios objetivos, difunde la cultura preventiva como elemento social de transversalidad, promociona los conceptos de «seguridad positiva y bienestar laboral», en especial en el ámbito rural, y previene los efectos negativos de las nuevas formas de producción y organización laboral en tejido empresarial regional.
La estrategia contiene seis misiones cuya finalidad son la reducción de la siniestralidad laboral y la promoción de la protección, la prevención y el cuidado integral de la salud de todos los trabajadores y empresas de Castilla y León. Recoge 25 objetivos específicos y 101 acciones preventivas para los próximos 3 años mediante la implantación de programas anuales. Las misiones generales son intervenir en la siniestralidad de todos los sectores con acciones que generen cambios en las condiciones de trabajo tendentes a evitar o minimizar los riesgos laborales; contextualizar las acciones preventivas a las características de cada provincia; orientar la prevención de riesgos laborales hacia la salud positiva y el bienestar laboral; promover y difundir la cultura de la prevención de riesgos laborales en la sociedad y desarrollar la seguridad, salud y bienestar en el ámbito rural.
La Junta destaca que para la elaboración de la estrategia se ha contado con la participación de un «amplio» abanico de sectores y ámbitos de la sociedad. Para ello se han organizado jornadas informativas, se ha dado audiencia a diversos interesados, informado a las organizaciones sindicales y patronales más representativas, a las diferentes consejerías de la Junta y se ha solicitado el informe preceptivo de evaluabilidad, según informa Ical.
Carriedo significó que «no se ha acordado» con los agentes sociales y económicos, «pero han podido participar». «Se les ha dado la ocasión de llegar a un acuerdo, pero yo no formo parte de la mesa», defendió el portavoz.