La rebaja de requisitos de la reforma del reglamento de extranjería que entró en vigor en agosto de 2022 tuvo su reflejo en las autorizaciones de trabajo a extranjeros del año pasado, que se situaron en máximos desde 2012 en Castilla y León.
El avance de datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social revela que en la Comunidad se dio luz verde el pasado año a 6.524 autorizaciones de trabajo a foráneos, cifra que supone un aumento del 12,3 por ciento respecto a los 5.431 de 2022. No obstante cabe aclarar que la cifra del ejercicio anterior es un avance y aumentará cuando se proporcionen los datos definitivos. Así, si se compara el avance de autorizaciones de 2023 con el dato provisional facilitado en las mismas fechas de 2022 (4.838), el crecimiento sería del 43,8 por ciento.
Las autorizaciones del año pasado representan el mayor número desde el año 2012, cuando se contabilizaron 5.784, pero están muy lejos de los previos al estallido de la crisis financiera e inmobiliaria de 2007, cuando llegaban a España casi 30.000 extranjeros a trabajar cada año. Entonces la recesión económica mundial obligó al Gobierno a proteger el empleo nacional estableciendo limitaciones y permitió solo el acceso a profesiones que se encontraran dentro del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura que determina el Servicio de Público Empleo Estatal (SEPE), o en caso de que el empleador acredite la dificultad de cubrir los puestos vacantes con trabajadores ya incorporados en el mercado laboral interno.
Los permisos de trabajo a extranjeros alcanzan cifras de 2012 - Foto: FS ICALEl informe del departamento que dirige Yolanda Díez, recogido por Ical, indica que las autorizaciones crecieron más en el conjunto nacional (15,6 por ciento con 229.659) que en la Comunidad. Las autonomías donde más aumentaron fueron Asturias (1.837), un 64,2 por ciento; y Valencia (21.813), un 55,7. En datos absolutos, el mayor número de autorizaciones a foráneos -no se incluyen los ciudadanos de la UE- se registró en Madrid, con 50.313 y un aumento del 21,3 por ciento; en Cataluña (46,698 y un 1,7 por ciento), y en Andalucía (38.559 y un 9,4).
La mayor parte de las autorizaciones que se conceden están dirigidas a empleados domésticos y otro personal de limpieza, peones agrarios y forestales; trabajadores de los servicios de restauración y peones de la construcción, sectores con serias dificultades para encontrar mano de obra en España.
Los varones extranjeros acumularon el pasado año un mayor número de autorizaciones de trabajo en Castilla y León, con 3.416 (+13,2 por ciento), mientras que el colectivo femenino tuvo 3.108 (+11,4).
En cuanto a la dependencia laboral de estos empleados, la inmensa mayoría logró autorización para trabajar por cuenta ajena, con un total de 5.884, que representa una subida del 8,3 por ciento en comparación al año 2022. Por lo que se refiere al trabajo autónomo, en este colectivo siguió siendo minoritario, con un centenar de autorizaciones, un 7,5 por ciento más que en 2022. A estas habría que sumar las no clasificadas por dependencia laboral para completar el numero global.
Provincias
Si echampos un vistazo a la distribución territorial, el análisis del ministerio indica que sólo se redujeron las autorizaciones a extranjeros en Zamora (259), con una ligera merma del 1,7 por ciento.
Por el contrario, se elevaron de forma muy importante en la provincia de Ávila (400), un 29 por ciento, seguida de Salamanca (912), un 15,2%; Burgos (1.159), un 14,8% y León (886). En la parte de abajo, en Segovia (598) crecieron un 9,9% y en Soria (556), un 4,3 por ciento.