Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Cactus comestibles

12/06/2024

Quizás la gran sorpresa gastronómica tras la fantástica media semana vivida en Guanajuato ha sido descubrir las posibilidades gastronómicas de los cactus. Seguro les compartiré más detalles en próximas semanas de la experiencia siempre impresionante del Concurso Mundial de Bruselas, pero hoy me voy a centrar en este aspecto. Tan importante puede llegar a ser que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación) trabaja sobre este desarrollo de los cactus, su cultivo y sus posibilidades alimentarias.
Sin duda la estrella ha sido el nopal, que es la penca, la pulpa o el fruto del cactus Opuntia ficus-indica, una especie considerada originaria de México, cuyas partes comestibles son las hojas, las flores, los tallos y los frutos. De él se sacan multitud de usos, se elaboran desde bebidas fermentadas llamadas vino de tuna hasta postres o salsas con las flores, además de ser alimento para ganado. Lo hemos probado casi como su fueran judías verdes acompañando guisos, tacos de carne, asado, licuado en zumo, en ensaladas… y nos ha encantado. Al parecer, además, tiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestro organismo; minerales como calcio, potasio, magnesio, sodio hierro o aluminio. Además de rico en fibra, también tiene vitaminas A, C, K, B1, B2, B3 y B6 y clorofila. Toda una joya.
Los garambullos tienen unos frutos que parecen uvas o arándanos. Una vez cosechados se suelen pasificar para que no fermenten. Se suelen hacer mermeladas o helados, y es usado en salsas. Lo comimos en salsa y en helado, que nos gustó especialmente.
Tengamos en cuenta que en zonas tan cálidas, estas plantas son claves para el desarrollo; su alto contenido en agua con más de un 90%, su capacidad para soportar altísimas temperaturas, desde luego son soluciones alimentarias y nutricionales para la población y la fauna.
Otras plantas muy importantes en México, que seguro les asombra menos que de ellas hagamos uso «alimentario», son el agave o el aloe, pero ya estaríamos hablando de tequilas o mezcales, y como decía Michael Ende de vez en cuando al escribir La Historia Interminable, «Pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión…»