El coste de las bajas laborales supera los 3 millones al día

SPC
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Un informe de la patronal asegura que en 2023 casi 60.000 trabajadores diagnosticados con patologías traumatológicas tardaron 39 días «más de lo necesario» en recuperar su salud y poder reincorporarse

El presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio (d), conversa con el vicepresidente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, Luis Miguel García. - Foto: Ical

El coste por absentismo laboral por contingencias comunes se ha disparado un 73 por ciento en los últimos cinco años en Castilla y León, hasta contabilizar 1.198 millones en 2023. Esto supone ya más de tres millones de euros al día y 507 millones anuales más que en 2018. Solo el pasado año, 57.915 trabajadores diagnosticados con patologías traumatológicas en la Comunidad tardaron 39 días «más de lo necesario en recuperar su salud para poder reincorporarse al trabajo», con una duración media de 81,91 días. «Son datos muy preocupantes para todos, tanto para empresarios como de trabajadores. Y aquí afecta directamente a la productividad de las empresas, a los costes laborales, a todo lo que realmente rodea a la empresa. Ahora mismo es uno de los mayores riesgos que tenemos los empresarios», advirtió el presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, durante una jornada sobre absentismo laboral por Incapacidad Temporal. Un encuentro en el que puso de manifiesto que los empresarios tienen «muchos riesgos en el ejercicio» de su profesión y uno de ellos es el absentismo. «¿Por qué? Porque realmente estamos viendo que está creciendo de una manera desmesurada y que no se pone solución a que el mismo se pueda solucionar».

El documento también explica que durante el pasado año, 57.915 trabajadores diagnosticados con patologías traumatológicas de Castilla y León tardaron 39 días «más de lo necesario» en volver a sus puestos de trabajo, con una baja media que rozó las 82 jornadas. En el caso de los 29.041 trabajadores atendidos por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, a raíz de un proceso de baja laboral por contingencias profesionales diagnosticado como patología traumatológica, la duración fue de 42,48 días, 39 días menos.

Según la patronal, si la asistencia sanitaria hubiera sido prestada también por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y dar el alta médica «se podría haber contribuido a incrementar la eficiencia del sistema». Todo ello ha supuesto más de 166 millones gastados en Castilla y León y más de 2.637 millones a nivel nacional. De estos, más de 1.600 millones de euros en prestaciones económicas de la Seguridad Social y casi mil a cargo de las empresas; en el caso de Valladolid equivalen a 25 millones de euros en prestaciones económicas de la Seguridad Social y más de 15 a cargo de las empresas; y en Castilla y León equivalen a 104 millones de euros y más de 62 millones de euros, respectivamente.

Largos procesos

La jornada de trabajo también contó con la presencia del vicepresidente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), Luis Miguel García, que achacó a que el coste causado por las bajas crece porque «se alargan los procesos», en algunos casos hasta dos años, «sin tener una resolución administrativa». De hecho, ha habido un incremento cada año de entre un cinco un diez por ciento de la duración de las bajas laborales derivadas de contingencias comunes, en las cuales las mutuas no participan activamente en los procesos de recuperación de los trabajadores, dado que queda reservado para el Servicio Público de Salud, «con lo que se ve afectada por la carga asistencial y las listas de espera». García consideró que el aumento del coste de las bajas en este último lustro «es una barbaridad», tiempo en el que las bajas han crecido un 44%, un porcentaje que supone un diez por ciento menos, cuando hay un diez por ciento más de población.

«Hoy parece que si no se coge la baja es que uno es tonto»

Luis Miguel García, vicepresidente de AMAT, también reconoció que los trabajadores han podido perder el temor a perder su trabajo por una baja y sostuvo que se observa una «correlación directa entre momentos de crisis y reducción del absentismo y momentos de expansión en el mundo laboral y aumento del absentismo». «No es que yo lo crea, es lo que parece que dicen los números. Con lo que es también, sin duda, una concienciación social», anotó García, quien puso como ejemplo que en generaciones anteriores «ante una enfermedad común se decía que no se podía dejar a los compañeros así sin más; y hoy, parece que si no se coge la baja es que uno es tonto». También intuyó que la pandemia «ha significado» un incremento de bajas laborales, si bien destacó que «hay casuísticas que son probablemente derivadas de secuelas de la covid-19», uno de los elementos «más disruptivos» y que «está afectando a algunas patologías y otros temas tipo psicosocial».

Luis Miguel García aseguró que cree «todos los años que ha llegado a hacer tope», pero «la verdad es que luego nos damos de bruces» con una situación que «afecta a la competitividad». Igualmente, lamentó que muchas personas y los facultativos no muestran «la misma celeridad en dar las bajas que en las altas». «Yo creo que la mayoría de las bajas están justificadas, pero el momento en el que vengo a recoger el alta igual sí que se está alargando más de lo necesario».