El concepto de instrucciones previas, también conocidas como voluntades anticipadas o testamento vital, se introduce en el ordenamiento jurídico a través de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. Así, mediante ese documento, una persona mayor de edad, capaz y libre puede manifestar anticipadamente su voluntad sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos, con el objeto de que esta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarla personalmente.

El pasado año se inscribieron en el Registro de Instrucciones Previas de Castilla y León un total de 2.917 documentos, un 66,4% más que el año anterior. De ellos, 228 procedentes de Palencia, un número que supone un 72,7% más con respecto a 2022 (132). 

Desde que la Consejería de Sanidad de la Junta puso en marcha este Registro, en 2008, hasta el 31 de diciembre de 2023, se inscribieron 20.006 documentos de instrucciones previas, 1.233, de Palencia, con una ratio de nueve documentos por cada 1.000 habitantes (9,8 en el conjunto de Castilla y León). Valladolid, León y Burgos son las provincias que tienen más otorgantes, con el 24,6%, 18% y el 17,5% de los documentos inscritos respectivamente, seguidas de Salamanca (15,5%), mientras que los de Palencia representan el 6,2% (5% de Zamora, 4,4% de Segovia, 4,1% de Ávila, 3,5% de Soria). 

procedimientos. De los tres procedimientos posibles para formalizar un documento de instrucciones previas: ante notario, ante tres testigos o ante personal al servicio de la Administración, fue esta última la opción más elegida por los otorgantes en 2023, al igual que en los últimos años. En el caso de Palencia, los 228 se distribuyeron en 195, diecisiete  (testigos) y  dieciséis (notario).

En cuanto al perfil del otorgante, son las mujeres las que más se han interesado por ejercer este derecho, de tal forma que, del total de documentos inscritos en el Registro desde el año 2008, 789 son de mujeres (63,9%) y 444 de hombres (36%). 

En el caso de Palencia, la edad media de las personas otorgantes, en el momento de inscripción de su primer documento de instrucciones previas era de 60,5 años (± 13,8). En el conjunto de la comunidad, los de menor proceden de León (59,3) y la superior de Salamanca (62,7).

Para que un documento de instrucciones previas se considere como tal debe contener, como mínimo, indicaciones sobre los cuidados y/o tratamientos médicos que se aceptarían o rechazarían si se estuviera en determinadas situaciones clínicas, en general con un pronóstico irreversible y que evolucionará hacia la muerte en un periodo más o menos cercano, y/o indicaciones sobre el destino del cuerpo o de los órganos una vez llegado el fallecimiento.