Unas 150 personas arroparon esta tarde, junto a la Estatua de la mujer ubicada en la calle Mayor, a Beatriz Aragón, a quien una sentencia judicial le ha obligado a entregar su hija al padre, que está denunciado por violencia de género, además de por maltrato a la menor.

El acto, organizado por la Plataforma por los Derechos de las Mujeres de Palencia sirvió para arropar a esta palentina que anunció que acudiría al Tribunal Constitucional para buscar amparo ante una situación que considera injusta.

Durante la concentración, la Plataforma leyó un manifiesto de apoyo a Beatriz, «que ha sufrido (presuntamente) una situación de maltrato psicológico y físico por parte del padre de su hija. Consta además una denuncia por violencia de género interpuesta en 2020».

Imagen de la concentración hoy frente a la Estatua de la Mujer, con presencia de Beatriz Aragón y su familia. - Foto: SARA MUNIOSGUREN«Queremos enviar un abrazo a Beatriz, a su familia y amigos, confiando en que la verdad salga a la luz y que, de una vez por todas, la Justicia abra los ojos ante un caso flagrante de violencia vicaria. Porque no hay nada más fácil que atacar a una menor para hacer daño a la madre, hasta el punto de conseguir que a Beatriz le hayan arrebatado a su hija. Y también se trata de un (supuesto) caso de violencia institucional porque se ha forzado la sentencia con la aplicación del Síndrome de Alineación Parental», reza el manifiesto.

CONDENA. Beatriz Aragón y su abogada, María Ángeles García, contaron recientemente  su caso en Cáceres, donde trabaja desde 2019, aunque ella es natural de Palencia, donde tuvo a su hija. El Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres la condenó por un delito de sustracción de menores, en modalidad de retención, por incumplimiento grave de lo establecido por resolución judicial, a la pena de cuatro años sin patria potestad y a dos años de cárcel. En dicha sentencia, fechada en junio de 2022, el juez la absolvía de dos de los cuatro delitos que se le imputaban, el de desobediencia grave a resolución judicial y abandono de familia por incumplimiento de deberes de asistencia, por los que su expareja se querelló, además de por un delito de denuncias falsas,  según informó la Agencia Efe.

Así, según los hechos probados, en casi un año y medio el padre vio a su hija 14 días, entre 2020 y 2021, por lo que la sentencia considera que se le «vio privado» de la compañía de su hija.  Según la abogada de la madre, se han vulnerado derechos fundamentales, por lo que pide al TC la suspensión cautelar de la privación de la patria potestad y la entrada en prisión. 

Además, en su recurso han alegado que se tenga que en cuenta también que existe una denuncia por violencia de género en los juzgados de Cervera de Pisuerga, presentada en junio de 2020, así como otra querella acusando al padre de supuestos abusos sexuales a la menor y lesiones, de hace un año. «Cuando tuvo cinco meses, su padre nos echó de casa a las dos, yo trabajaba con él en una correduría de seguros, empleada de él, y me echó del trabajo también, me quedé recién parida yo sola, sin trabajo, solo con el apoyo de mi familia», relató la mujer.

En 2019 le ofrecieron un trabajo a través de la Federación Española de Gimnasia y se trasladó a la capital cacereña con su hija. «Todos los psicólogos de la Seguridad Social me decían que sufría maltrato, y yo les decía que no me entendían, no lo podía ver o no lo podía creer. Cuando vine a Cáceres tuve la valentía de poner una denuncia y contar todo lo que me había hecho y lo que estaba también sufriendo mi hija», explicó en una información recogida por la Agencia Efe.

Diario Palentino, por lo demás, se ha puesto en contacto con el entorno del padre para conocer su versión y ha declinado la invitación.