El RCD Mallorca venció este miércoles por 4-5 en la tanda de penaltis a la Real Sociedad, tras el 1-1 del tiempo reglamentario y de la prórroga, y se clasificó para la final de la Copa del Rey gracias al error de Mikel Oyarzabal por parte del equipo 'txuri-urdin', con Sergi Darder anotando el penalti decisivo para el conjunto mallorquín.
En el Reale Arena, y tras casi media hora de combate nulo, un arreón Javi Galán provocó el primer tiro a puerta en botas de Arsen Zakharyan, aunque el portero rival Dominik Greif atrapó su derechazo. Aparte de eso, poco más hacía el cuadro 'txuri-urdin', mientras que el Mallorca merodeó el área contraria gracias a su dúo atacante.
Merced a un saque de puerta muy largo, Cyle Larin prolongó de cabeza a Dani Rodríguez, que avanzó metros en la frontal y pasó el balón a Abdón Prats, cuyo zurdazo raso salió desviado. Justo antes del descanso respondió la Real Sociedad, ya que Take Kubo filtró un pase a Martín Zubimendi y éste centró al área, donde Antonio Raíllo cometió penalti.
El Mallorca alcanza la final gracias a los penaltis - Foto: EFE/Juan HerreroEl capitán bermellón tocó la pelota con el brazo izquierdo estirado y el árbitro Jesús Gil Manzano decretó la pena máxima. Brais Méndez ejecutó el lanzamiento por el centro de la portería y apenas un palmo por encima del césped, lo que benefició a Greif para despejar con su pierna.
A pesar de que Sheraldo Becker sustituyó a André Silva en el ataque realista para iniciar la segunda parte, fueron los baleares quienes se adelantaron con una combinación entre carrileros. Larin controló en la banda izquierda, trianguló con dos compañeros y el balón llegó a Jaume Costa, que centró al área de la Real Sociedad buscando algún rematador.
Y al segundo palo, a la espalda de Javi Galán, emergió Gio González para cabecear con potencia y batir a Álex Remiro con su remate cruzado. Entonces se agarraron los locales a Mikel Oyarzabal, entre algodones todo febrero por dos lesiones musculares. También movió su banquillo Javier Aguirre, dando entrada a Vedat Muriqi por Abdón Prats.
Mientras se acoplaban los recién 'llegados' al terreno de juego, Larin rozó el 0-2 en el minuto 64. Jaume Costa buscó en largo desde su campo el desmarque del delantero canadiense, que pilló desprevenida a la zaga 'txuri-urdin' y con su esprint se plantó delante de Remiro; el Reale Arena contuvo la respiración, pero Larin falló su disparo raso.
Eso espoleó al conjunto donostiarra, que halló el empate en el 71' tras una recuperación de Zubimendi en la línea medular. Los pupilos de Imanol Alguacil fraguaron su ofensiva con la conducción de Kubo, el pase intermedio a Brais y la asistencia de éste a Oyarzabal en carrera.
El capitán de la Real Sociedad se adentró en el área bermellona y con un derechazo de primeras coló el balón en la portería de Greif, que no tapó todos los huecos en su salida. Sí acertó el guardameta eslovaco en el 78' para desviar a córner un peligroso derechazo de Becker desde fuera del área, con el Mallorca cada vez más atrás.
Astucia bermellona
Cuando corría el minuto 89, un resbalón de Hamari Traoré forjó un contragolpe entre Samu Costa y Dani Rodríguez que culminó Jaume Costa con un tiro por encima del travesaño. Pese a esa oportunidad, fue la Real Sociedad quien siguió intentándolo con ímpetu para evitar la prórroga.
Becker en el lado izquierdo y Kubo en el derecho amenazaban a los defensas rivales, prestos a despejar todo lo esférico que apareciese por su zona. Pero los de Alguacil no sacaron provecho de varios saques de esquina y el tiempo reglamentario se agotó con el marcador en tablas.
Empezó vertiginosa la Real Sociedad en la prórroga, con Kieran Tierney fresco de piernas tras reemplazar a Javi Galán. En un centro de Kubo a pie cambiado desde la banda derecha, Mikel Merino ganó el salto a Vedat Muriqi en el palo más alejado y remató de cabeza a bocajarro; casi sobre la línea de gol, Samu Costa repelió el balón con destreza.
Estaba atento Tierney en el punto de penalti y disparó el rechace, pero su lanzamiento rebotó en un hombro del propio Samu Costa justo encima de la línea de gol. Aunque el equipo arbitral revisó la acción, se comprobó que la pelota no había traspasado la línea por milímetros y que efectivamente había golpeado en el hombro y no en el brazo.
Con el susto en el cuerpo, los de Aguirre se recompusieron rápido y cerraron espacios en su línea defensiva, mientras que a la Real se le notó el cansancio acumulado debido a su reciente compromiso en la Liga de Campeones frente al Paris Saint-Germain. Sin ocasiones claras acabó el tiempo extra, así que la tanda de penaltis decidió al vencedor.
Oyarzabal se encargó de tirar el primero, pero Greif le adivinó la intención y desvió la pelota con acierto. A partir de ahí, ningún jugador más falló en su disparo y Darder marcó el quinto para los bermellones, a la postre el definitivo, con el temple de todo un finalista.