Todo estudiante, también el de periodismo, sueña desde el primer día de universidad con aplicar todos los conocimientos que haya aprendido durante su etapa estudiantil en «su trabajo soñado». Cumplir aquel propósito que le llevó a decidir qué camino tomar, aunque el destino, a diferencia de lo dicho en Edipo Rey, no está escrito, de ahí el famoso dicho popular de «la vida da muchas vueltas».

Este año, la redacción de Diario Palentino ha acogido a seis futuros profesionales de la comunicación, tanto literaria como gráfica. Todos coinciden en que, durante estos dos últimos meses (alguno un poco más), han podido comprobar el funcionamiento real de un medio de comunicación tradicional y en lo que realmente consiste trabajar en prensa. Sin embargo, no hay unanimidad en cuanto a si la realidad ha superado la ficción, o en este caso, las expectativas.

Pablo Torres, Sonia López, Jaime Montes y Myriam Esteban han firmado decenas de artículos en las secciones de local y de provincia. Por su parte, Carlos Castro ha dado las últimas novedades sobre deportes. Mientras, Marina de Dios ha iluminado imágenes las diferentes informaciones.

Pablo Torres, fue el primero en llegar y afirma que esta ha sido «su primera experiencia en un medio tradicional» y que le ha servido, además de «para conocer mejor la ciudad», para mejorar sus «dotes de redacción», pero, sobre todo, su «visión periodística».

 Del mismo modo, señala que estas prácticas le han ayudado como «toma de contacto» antes de adentrarse en el mundo laboral. Compartiendo mesa se encuentra Jaime Montes,-el de Frómista-, quien explica que en líneas generales está contento, aunque sí que es cierto que «esperaba que el mundo del periodismo fuese más movido», es decir, que hiciese más reportajes en la calle, ya que es lo que realmente le gusta. Pese a que  la prensa escrita no sea el ámbito al que se quiere «dedicar en un futuro», tampoco quiere descartarlo «porque nunca se sabe». 

Por el momento, Montes va a «probar todas las ramas del periodismo» y una vez hecho, decantarse por una. Este pensamiento lo comparte Sonia López, la más joven de todos (va a comenzar tercero), quien asegura que no es lo que se esperaba, ya que pensaba que iba a moverse «mucho más».

 No obstante, indica que el hecho de poder llamar a tantas personas le ha proporcionado «mucha soltura a la hora de entrevistar y tratar con la gente». Aunque todavía le quedan dos años para pensar, tiene claro que «no se cierra a nada» y que quiere probar todos los medios para saber qué es lo que más le gusta y en lo que «más puede aportar».

Un par de mesas más allá se sienta Carlos Castro, el chico de deportes. El malagueño sostiene que «prácticamente todo» lo que sabe de periodismo lo ha adquirido en DP, porque es donde realmente «aprendes cómo se trabaja en el periodismo y en una redacción, ya que en la carrera aprendes mucha teoría que luego no vas a aplicar». En ese sentido, confirma que elegir este periódico «ha sido un punto bastante positivo», gracias a que ha podido realizarlas en el apartado de deportes, que es por donde quiere «orientar su futuro laboral».

En el área de fotografía se encuentra Marina de Dios con su cámara. La única becaria de fotografía explica que ha puesto en práctica toda la teoría que ha estudiado en sus tres años de carrera. 

Destaca que ha mejorado «en el uso de la cámara y en cómo sacar fotos en distintas circunstancias». Por otra parte, menciona que, gracias a Óscar Navarro y Sara Muniosguren ha podido "aprender muchos aspectos que en la teoría no se dan y que se aprenden directamente de la realidad». También apunta que en todo momento le han hecho sentirse «cómoda» y le han resuelto cualquier duda que pudiese tener.

Y, por último, Myriam Esteban,  servidora y, posiblemente, el nombre más escuchado en la redacción estos últimos meses. Carolyn Boyes señala que «tú no decides qué personas o circunstancias te encuentras en la vida, pero sí que puedes elegir tu actitud ante cualquier cosa que se cruce en tu camino». Creo que este testimonio explica a la perfección mi experiencia. Ha sido un verano duro «en el que me he replanteado muchas cuestiones sobre mi futuro». 

Sin embargo, decidí apostar por esta vía, por lo que puedo concluir que me llevo los consejos que me han dado todos mis compañeros, el saber tratar con todo tipo de actitudes, pero, sobre todo, recordaré la fuerza de mi palabra.