El Barça despidió el pasado domingo la temporada en blanco tras caer eliminado por la vía rápida en las semifinales de la Liga Endesa contra el Real Madrid, en una eliminatoria que mostró los cinco principales problemas que han lastrado en el tramo final del curso al equipo de Roger Grimau.
Fragilidad
La defensa ha sido durante toda la campaña el talón de Aquiles de un equipo irregular, con facilidad para perder la concentración y encajar rápidos parciales, como sucedió en el primer (97-78) y el segundo partido de la serie (104-98), más que en el tercero (92-95).
El cuadro merengue tiró mejor de dos puntos durante las semifinales que en la fase regular, y sucedió lo mismo en el triple, lo que le llevó a subir su promedio anotador: de 88,3 a 98,7 puntos.
Cansancio
En parte, esto se debió a la desconexión de uno de los teóricos líderes, Nikola Kalinic, que fue descartado en el tercer duelo por su actitud, y al esfuerzo acumulado por Jan Vesely.
El pívot se lució en el segundo choque, pero en los otros dos se quedó en solo cuatro puntos, siendo descalificado en el segundo cuarto del tercer partido, y cerró la serie con una media de 0,6 rebotes.
Al igual que Vesely en defensa, Laprovittola ha sido uno de los puntales en ataque y, aunque no rehusó este papel, le faltó frescura: si antes de los cruces promedió 11,4 puntos, 3,4 asistencias y 2,9 pérdidas en 20,30 minutos, frente al Real Madrid registró 10,6 puntos, seis asistencias y 1,3 pérdidas en 23,23 minutos por enfrentamiento disputado.
Dependencia
El Barça ha apostado este curso por un juego rápido para el que necesitaba defender y rebotear, algo que ha hecho peor en las semifinales (28,7) que en la fase regular (36,1), y ha tendido al atasco en el ataque estático, dependiendo excesivamente de la inventiva de Laprovittola y, en especial, de Jabari Parker.
El americano (17 puntos, cinco de 8,7 en tiros de dos y 1,7 de 4,7 en triples) fue el único de los titulares habituales que incrementó sus guarismos ofensivos contra los merengues, junto a Tomas Satoransky.
Desconexión
Las dificultades para correr mermaron la puntería exterior del Barça, pues muchos de estos tiros solían llegar en transición o en ataques rápidos. El cuadro azulgrana fue el bloque más certero en el triple de la fase regular y necesitaba este recurso contra un rival dominante en la zona, pero promedió un 35 por ciento en la serie.
La defensa blanca limitó a los principales tiradores del cuadro catalán: Laprovittola, Parker, Álex Abrines y Darío Brizuela. El hecho de que Ricky Rubio, Satoransky, Vesely y Willy Hernangómez, que no son especialistas, lanzaran más triples de lo habitual, refuerza la idea de que el plan defensivo de Chus Mateo imperó sobre la propuesta de Grimau.
Fichajes
Dejando a un lado el caso particular de Rubio, que llegó en febrero tras más de medio año de inactividad, y la eclosión de Parker, el Barça no ha encontrado el encaje para los refuerzos, como Brizuela y Joel Parra, que han alternado tramos sin protagonismo con otros de relativa importancia, como en la fase final tras el bajón de Kalinic y Jokubaitis.
Grimau tampoco ha diseñado un sistema que tape las carencias atrás de Willy y potencie sus virtudes ofensivas. El pívot fue el máximo anotador y reboteador en la fase regular, pero en la semifinal promedió 11,7 puntos y 3,7 rebotes en 20,36 minutos, en parte por la descalificación de Vesely en el tercer partido.