Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


Olvidos

11/11/2023

Mecachis. Dicen que la actualidad está que rabia. O al revés, que toca hablar de la rabiosa actualidad. Mejor tomarse las cosas con calma. Ponerse en lo peor nunca trajo nada bueno, porque lo que tiene que ocurrir termina sucediendo. Es la única máxima que se cumple y de la que hoy debaten los amigos de Tiburcio en la tertulia que mantienen todos los sábados en el teleclub. La verdad es que llevan un orden del día, para que no se les vaya el vino en catas y terminen hablando del sexo de los ángeles, tema no menor que dijera alguno por ahí. Hoy, por lo que sea, andan con las amnistías y las deudas a cuestas. Bueno, a cuestas no, que es mucho el peso que soportar sobre el lomo y para dichos transportes ya existen costaleros especializados en la materia que llevan cosas de un lado para otro sin hacer preguntas. Es su trabajo. Pues vale. El caso es que van analizando la realidad, tanto la local como la internacional, que si algo da la experiencia de la vida es que te puedes mojar con gozo sin hacer el ridículo, principalmente porque te la trae al pairo. Pero chico, de repente se han calentado. Se han enfadado muy mucho, recordando que aquí siempre fuimos muy conformistas, de poco quejarnos, de poco pedir y de darnos lo justo, lo mínimo, las sobras. Fuimos sumisos cuando éramos muchos y ahora como somos pocos, pues la voz se ahoga en el propio eco sin repuesta. Afirman todos que no se puede estar permanentemente contentando a los de siempre, que nunca se ven hartos, qué va, cada día quieren más. A lo mejor es que se lo merecen, porque saben hacerlo, porque tienen la sartén por el mango. Aunque, no es este -dicen- mal momento para hablar de las cosas de la tierra cercana. Que los árboles no nos dejan ver el bosque puede ser una realidad maldita, aunque aquí se pueden repartir culpas y miserias a partes iguales entre los unos y los otros. Ya, que sí, que vendrán con que una cosa no tiene que ver con la otra, que nos estamos pasando por el forro los principios más esenciales. Seguro, no sé. Nuestros tertulianos ya no tienen canas porque están calvos y pronto criarán malvas. Pero oye, llámales raros, que dicen que el que no llora no mama y aquí las lágrimas siempre se derramaron en soledad y nadie se percató. Va.

ARCHIVADO EN: Sexo