El periodista Fernando Caballero Chacón admite que está «nervioso» ante el «reto» de ser el pregonero de la Semana Santa palentina de 2024. Explica que ya tiene escrito el texto que leerá este jueves a partir de las 20 horas en la iglesia de San Francisco y que se está preparando para hacerlo lo mejor posible. «Lo que estoy haciendo es releerlo cada tres o cuatro días y lo matizo, corrijo algo e incluyo ideas que se me están ocurriendo fuera del proceso de escritura», declara este eldanense nacido en 1962 que se estrena en este cargo honorífico, aunque en el pasado ya participó en el Pórtico de la Semana Santa impartiendo una conferencia sobre escultores del siglo XX con tallas en la Pasión de la capital y colaboró con un artículo que se publicó en la revista Cimbalillo Cofrade.

Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Valladolid (UVa) e inició su etapa profesional como bibliotecario y archivero, aunque finalmente acabó dedicándose al periodismo, ejerciendo la mayor parte de su vida laboral en la delegación palentina del periódico El Norte de Castilla. Desde enero de 2023 está jubilado.

Su relación con la Semana Santa palentina comenzó cuando trabajaba y no pasó a formar parte de una hermandad hasta 2019, cuando ejercía en Valladolid. Escogió la del Santo Sepulcro, de la que formaban parte sus hijos Fernando y Ángela. «He querido mantener la independencia y, mientras informaba, no era de ninguna cofradía», detalla Caballero antes de explicar que para él ha sido tan importante redactar las noticias desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección como todas aquellas relacionadas con el mundo cofrade que se desarrollan durante el resto del año.

Desde 2019 es cofrade del Santo Sepulcro, ¿por qué? 

Mi dedicación profesional a la Semana Santa me hizo quererla, apreciarla y ver sus sentidos religioso y litúrgico. En este sentido, añado que la Pasión tiene un sentido religioso muy fuerte y pienso que su contenido litúrgico se debía de potenciar. La Semana Santa no es solo procesionar y acompañar a los pasos. Se está revalorizando ya, pero habría que ir más allá de salir en las procesiones.

¿Cómo vivía la Semana Santa palentina cuando era periodista en activo?

Con mucho estrés, porque al haber tantas procesiones y actos penitenciales tenía que salir de la redacción, volver para escribir e intentar sacar lo último de la procesión hasta que termina. Cuando se vive de forma profesional como la viví yo, desde el periodismo, se ve con mucho estrés. 

Pero, por otra parte, a mí nunca me ha importado. A mí siempre me ha gustado la Semana Santa y la he vivido con devoción y he sacrificado horas a la familia y al ocio por sacar la mejor información de la Pasión palentina. Y siempre que he escrito sobre la Semana Santa lo he hecho con rigor y precisión, documentándome, preguntando a los hermanos mayores de las cofradías sobre lo que se va a hacer y cómo, y buscando siempre la buena información. 

¿Qué supone para usted ser pregonero de la Pasión de la capital?

La culminación de una trayectoria profesional que se ha convertido en una vivencia personal como es la vivencia religiosa y de la Semana Santa.

¿Qué siente en los días previos a pronunciar su discurso en la iglesia de San Francisco?

Expectación ante lo que pueda sentir el público al oír el pregón. He hecho un pregón con sentimiento y con rigor y ahora siento una especie de incertidumbre hasta ver el resultado de mi trabajo.

¿Cómo recibió la noticia?

Hubo tres cofradías que me llamaron para decirme que me iban a proponer como pregonero. Este año, la Hermandad de Cofradías planteó a todas las entidades que propusieran un pregonero. A mí me eligieron tres. Y luego, en una reunión, en función de los candidatos se votó. 

Y yo fui el más votado. Cuando me llamó el presidente de la Hermandad para decirme que me habían elegido no me pilló de sorpresa porque ya sabía que me habían propuesto. Es decir, podía serlo o no serlo porque habían elegido a otra persona con más apoyos. Eso sí, recibí la noticia con mucha ilusión, satisfacción y como un reto.

¿Por qué aceptó?

Porque me creo capaz de impartir el pregón de la Semana Santa por mi conocimiento y por mi devoción cofrade.

Entiendo que como periodista en activo habrá escuchado muchos pregones en directo. ¿Se ha documentado con algún texto de años anteriores?

Recuerdo cosas que se dijeron y cómo plantearon su discurso otros pregoneros, pero no, no me he documentado porque tampoco he querido que me influyeran. He querido que sea un pregón personal mío, de Fernando Caballero. Lógicamente ha habido pregoneros, por supuesto, de una altura y una categoría mucho mayor que la mía.

¿A qué pregoneros destacaría?

Al cardenal Carlos Amigo, a un historiador de la Semana Santa como Rafael Martínez y a periodistas como Pedro Miguel Barreda, un gran conocedor de la vida palentina.

¿De qué va a hablar en su pregón?

Va a ser una especie de «guía espiritual» de la Semana Santa en el sentido de que voy a hacer un relato de la Pasión como si estuviera escribiendo. Voy a hacer el papel que he hecho durante tantos años, que es apostarme en un momento de la procesión, bien al principio y luego en otro lugar, ver la procesión y describirla. 

Lo que pasa es que no será un relato tan descriptivo de la procesión. Será algo más profundo y más íntimo. Y lo que también voy a hacer es contar cuál es el sentido de cada procesión. Hay mucha gente que no sabe que las procesiones tienen un significado, un momento dentro del relato evangélico de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo y de alguna forma eso lo voy a reflejar en el pregón.

¿Qué ideas quiere que guarden las personas que acudan a escucharle el jueves?

Que tenemos una Semana Santa que está declarada de interés turístico internacional, de primer orden, que tiene un ciclo procesional muy completo y que todas las piezas, es decir, las procesiones, tienen su encaje dentro del relato evangélico de la Pasión. 

Además, que hay un nivel artístico muy digno. Tenemos pasos que fueron creados desde los siglos XV-XVI a la actualidad. Los últimos se incorporaron hace pocos años. El abanico abarca muchos siglos, muchos períodos artísticos y, por eso, de alguna forma, quiero que el público se quede con la idea de que tenemos una Semana Santa importante, grande, brillante y esplendorosa.

¿Cómo ha cambiado la Semana Santa palentina?

El punto de inflexión de la Semana Santa fue el año 1996, cuando se estrena la procesión de Silencio y Penitencia. En 1995 había siete procesiones, ahora son 17. El engrandecimiento de las procesiones ha sido brutal desde entonces. Y también de los pasos. Aquel año desfilaron 23, ahora son cuarenta. 

El enriquecimiento de la Semana Santa en las últimas tres décadas ha sido tremendo y es lo que ha hecho que fuera declarada progresivamente fiesta de interés turístico regional, nacional e internacional. La evolución es espectacular. Hay dos cofradías más. El grueso viene de siglos atrás o se creó en los años 40, 50 y 60, pero que en el siglo XXI se crearan dos más es una muestra de la vitalidad que ha tenido en todos estos años y que ha conducido a la actual situación.

¿Qué significa esta celebración para usted?

La celebración de la esperanza. Para eso se ha producido una muerte, la de Jesús, que es el hilo conductor del relato evangélico. Pero termina en esperanza, en fe y en vida.

Bajo su punto de vista, ¿cuáles son los aspectos más importantes de  la Pasión de Palencia?

Para mí hay una característica de la Semana Santa que es muy importante: la participación de todas las cofradías en todas las procesiones. Puede haber algunas que lógicamente se solapen y  que no acudan todas las hermandades, pero este hecho para mí es un síntoma de grandeza, de hermandad y de vivencia colectiva de la Semana Santa. 

Hay que tener en cuenta que en Palencia hay cofradías que tienen muy pocos hermanos y una procesión con solo una de estas cofradías quedaría muy pobre. Sin embargo, si a estas se suma el resto de cofradías, vayan más o menos hermanos, pues lógicamente esta procesión es mucho más grande y más vistosa. Esa es una de las cosas que a mí más me gustan. También están los pasos, que son un componente muy a destacar de la Semana Santa. Hay tallas de una calidad extraordinaria. Los más antiguos están enclavados en la tradición escultórica castellana, sobre todo los crucificados, que se caracterizan por su patetismo y su dramatismo, como alguna de las imágenes marianas.

¿Podría comentar alguna cuestión que puede o debe mejorarse de la Semana Santa?

Sería interesante que se redujeran cortes y paradas en las procesiones. Que todo fuera más seguido.

Otro tema ya habitual al hablar del capítulo de mejoras es el museo dedicado a esta conmemoración que sigue sin crearse

Que la Semana Santa de Palencia es digna de tener un museo es algo incuestionable. 

Es fundamental que el patrimonio de las cofradías palentinas (como la vestimenta litúrgica o la orfebrería) quede recogido en un museo.

Además de este centro, ¿cree que debiera impulsarse alguna acción más?

Este año se van a potenciar las bandas de música. Yo creo que eso es positivo. Había procesiones en las que faltaba música. Hay muchas personas que cuestionan la música en la Semana Santa, pero yo creo que las marchas fúnebres y procesionales se han hecho para que acompañen las procesiones.

Por lo tanto, ¿puede decirse que la Semana Santa de Palencia goza de buena salud?

Sí. Nadie puede discutirlo. Hemos llegado a una evolución que hace que sea una Semana Santa muy completa y en la que no sobra nada. Es verdad que en los últimos años se ha notado un ligerísimo descenso de participantes en las procesiones. Por ello, creo que ahí las cofradías tendrían que impulsar la participación en las procesiones.

¿La caída de devotos en las últimas décadas puede afectar negativamente a esta tradición?

La evolución de la Semana Santa ha ido paralela a un proceso de laicismo en todo el país desde los años 80 y 90. Pero pese a ese proceso se ha engrandecido mucho en todas las ciudades. Creo que no le ha afectado este laicismo. Y hay una cosa que también está clara. Yo no sé lo que pueden pensar las miles de personas que ven una procesión, pero cuando son miles y miles es que algo ven en ella. Y no solo es la imagen, que tampoco se puede valorar mucho cuando pasa por una calle. 

Algo tiene la Semana Santa cuando atrae a mucha gente que se compromete en las cofradías y luego a miles de personas que están apostadas en las calles soportando frío para ver una procesión en respetuoso silencio.

¿La juventud de la ciudad se suma a las cofradías?

Creo que hasta ahora sí que hay un movimiento juvenil importante dentro de las cofradías y dentro de su junta directiva tienen un vocal o incluso algún cargo más importante destinado a potenciar la parte juvenil. De momento tienen relevo.

Siempre que se habla de la Semana Santa se nos vienen a la cabeza ciudades como Sevilla, Málaga o incluso Valladolid, Zamora o León antes que Palencia. ¿Por qué?

Hay ciudades con una Semana Santa importantísima por varios motivos, por devoción o por el nivel artístico de sus pasos, como puede ser Valladolid. 

Son ciudades todas ellas con una Semana Santa importante. Palencia tiene que intentar ponerse a la altura de estos lugares. Es difícil, pero en ese sentido ya se está trabajando.

¿Los palentinos quieren a su Semana Santa?

Yo creo que sí, que hay una querencia muy destacada. A la vista está el dato de miles de personas que ven una procesión. Muchas son turistas, cosa que también es importante, pero también muchos palentinos salen de casa para ver las procesiones. 

¿La retransmisión de varias procesiones por Radio TelevisiónEspañola (RTVE) será positivo?

Va a ser muy positivo, qué duda cabe. El hecho de que durante tres días se hable de Palencia en un medio tan importante como es la televisión pública creo que va a ser un espaldarazo no solo a la Semana Santa sino a la propia ciudad. Y la persona que vea las procesiones de Palencia desde su casa de Cáceres, de Castellón o de Almería va a oír hablar de Palencia y algún día tendrá el gusanillo de visitar la ciudad.

En este sentido quiero destacar el apoyo del Ayuntamiento. Esta promoción creo que se va a hacer por unos 56.000 euros, una cantidad mínima para la trascendencia que va a tener. Además, mucho de ese dinero va a revertir aquí. Servirá para pagar la estancia de los técnicos que van a venir a Palencia.

¿Es complicado compaginar lo religioso con lo turístico en estos días?

La Semana Santa es una actividad religiosa que tiene, despierta o genera un interés que hace que vengan muchos turistas. Entonces, cuanto mejor hagamos la Semana Santa más personas vendrán. Pero creo que cuando se organiza una Semana Santa no se piensa en el valor turístico. Esta dimensión va implícita en la propia conmemoración. O sea, los cofradías cuando organizan una procesión no piensan en el turismo, porque saben que si cada año esa procesión se hace más ordenada y es más importante, podrán venir más turistas. 

Otra cosa es la promoción que se haga desde las instituciones.