Dice el siempre atinado refranero español que la fe mueve montañas y eso mismo es lo que demostró ayer Torquemada en el transcurso de la Romería de Valdesalce, en la que feligreses de toda la comarca del Cerrato desafiaron a la lluvia y se dieron cita en la que se ha consolidado como una de las celebraciones religiosas más concurridas de este rincón de la geografía provincial.

Una fiesta enmarcada en los actos en honor a San Mateo que requiere madrugar, pues los primeros actos dan comienzo tradicionalmente a partir de las ocho de la mañana. Y si siempre se sigue el mismo esquema, ayer se repitió a pesar de la lluvia, que deslució enormemente una jornada que aún así registró una afluencia masiva de público.

Así, los romeros de Valdesalce protegieron con plásticos a su patrona para poder llevar a cabo el acompañamiento y subida de la Virgen desde la iglesia de Santa Eulalia hasta la ermita. Estuvo lloviendo durante todo el camino, pero la devoción por Nuestra Señora es en esta localidad tan grande y se lleva tan adentro que los vecinos completaron el itinerario a pie protegiéndose como podían de la persistente lluvia con chubasqueros, capas y paraguas.

La devoción puede con la lluvia en Valdesalce

Ya a cubierto pudo celebrarse la misa, cantada por el coro parroquial. Las condiciones climatológicas adversas impidieron que la Virgen luciera con todo su esplendor en la pradera, pero llenó con su luz el interior de un templo abarrotado de feligreses no solo de Torquemada, sino de otros muchos lugares de la provincia palentina.

«Hay muchísima gente. La ermita ha estado a rebosar», destacaba desde la pradera el alcalde de la localidad cerrateña, Jorge Martínez. Yes que la tradición de asistir se ha traspasado a lo largo de los siglos de padres, abuelos y otros antepasados hasta el punto de que es la «más importante» de la zona sur, a la que acuden incluso fieles de la capital.

DANZANTES Y PROCESIÓN

La devoción puede con la lluvia en Valdesalce

La lluvia impidió igualmente que se pudiera celebrar la procesión una vez que finalizó la eucaristía. De este modo, los danzantes honraron a su Virgen en el interior de la ermita, restando algo de vistosidad a su actuación, que resultó igualmente emocionante.

Danza que, por cierto, solo se baile en ese día y en ese momento. Una bonita tradición -al igual que los trajes que lucen lo danzantes de la Virgen deValdesalce- que se mantiene desde tiempos pretéritos como uno de los momentos más especiales de la jornada, si bien esta desapareció durante buena parte del siglo XXhasta que Mariano Antolín la recuperó con acierto en el año 1982.

actividades paralelas. La Arrozada Cerrateña, que este año alcanzó su decimonovena  edición, dio el pistoletazo de salida a la parte más lúdica de la Romería de Valdesalce. Y es que es tradición allí pasar un día al aire libre y comer en el campo, en el entorno de la ermita y sintiéndose protegidos por una Virgen a la que los vecinos de Torquemada tienen siempre muy presente, no solo cada 21 de septiembre, sino durante los 364 días restantes del año.

Y es que a medida que avanzaba la jornada la lluvia dio paso al sol, lo que permitió que se pudieran celebrar las actividades complementarias programadas para la tarde: el concierto del grupo musical The Buen Rollo y los paseos en burro por la pradera, que hicieron la delicia sobre todo de los más pequeños.