En tiempos en que el escenario patrio goza de tantos insultos e inestabilidad, de tanta manga ancha convulsa y escandalosa, también existe un aterrorizado ciudadano cuyas esperanzas se disuelven como un azucarillo. Y es que frente al interés político que impone sus criterios en todo cuanto decide hay pocas opciones. Ya ni se sabe a cuántos políticos tocamos por barba. Y al menos yo, ya no siento nada: solo vergüenza y rabia de no poder creer en muchos de ellos. España se cae a trozos. Cada día es menos España y, al final, terminaremos por apedrearnos los de un bando o territorio contra otro aunque por nuestra parte, quede claro, sin intención de lapidarnos. Un sistema bastante antiguo que anula totalmente al más débil, que por ahí va la cosa en la complejidad de este presente. Pero que nadie tema, que somos la mar de pacíficos por mucho que los palentinos gusten de esta singular y sabrosa pedrea. Pues sí. El pasado domingo se celebró según DP La pedrea más gustosa. Nunca he tenido oportunidad de subir a verla, y este año, por primera vez, he recibido una de esas bolsitas de papel que en honor de Santo Toribio «una lluvia de pan y quesillo regó de esperanza el barrio del Cristo. La celebración avanza hacía su declaración como fiesta de interés turístico nacional». Lo que nunca imaginé es que me llegaría a través de una buena señora a la que he conocido recientemente y que agradezco, pues ha sido el regalo más apetecible que podía recibir. Una bonita sorpresa. Gracias, Lina. La pedrea de pan y quesillo suele ser bastante multitudinaria. En ella se escenifica la leyenda de cuando Santo Toribio llegó a Palencia (siglo V) para predicar contra las doctrinas priscilianistas. El santo fue apedreado y buscó refugio en una gruta a los pies del cerro del Otero. Días después, las lluvias causaron la crecida del río Carrión que inundó calles. Los palentinos lo tomaron como un castigo divino. Pidieron perdón al santo y el río descendió. En gratitud a su auxilio desde hace muchos años se celebra esta ya popular fiesta que encierra otras muchas actividades, delicias culinarias y mucha animación en su entorno.