El Ayuntamiento recibió ayer la respuesta de la promotora Inbroser y del resto de propietarios a su propuesta para modificar el desarrollo urbanístico del Plan Especial de Reforma Interior número 5 del PGOU o PERI 5, ubicado en los entornos de la dársena del Canal de Castilla antes de su aprobación definitiva. Una petición contestada con un no rotundo que los propietarios de estos terrenos ubicados en la margen derecha del río Carrión y el barrio de Allende el Río han argumentado, según dio a conocer ayer la alcaldesa, Miriam Andrés, en que «el procedimiento administrativo con la aprobación inicial del pleno y con todos los informes técnicos favorables está acabado».
Inbroser ha recordado al Ayuntamiento en su respuesta -y tiene razón- que «son muchos años de negociaciones» con el Ayuntamiento como para asumir ahora las dos modificaciones propuestas por el Consistorio.
«Una, que los dos bloques que se proyecta construir en la avenida de Viñalta pasen de cuatro a tres alturas como el resto de edificios de la zona; y la otra, que en el otro margen la dársena, donde solo hay viviendas unifamiliares, estas solo tengan dos alturas», explicó ayer el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao.
Sin acuerdo, el nuevo equipo de Gobierno de Miriam Andrés no tiene más remedio que llevar al pleno la aprobación definitiva del PERI 5, algo que hará este mismo mes, el día 21 para ser exactos. Cabe recordar que el anterior alcalde, Mario Simón, ya intentó sin éxito la aprobación definitiva PERI 5 en las postrimerías de su mandato. Los votos de Ganemos, PSOE y Vox y la inesperada abstención del PP forzaron al equipo de Gobierno de Cs a dejar sobre la mesa el expediente.
Ahora, Miriam Andrés, tras la negativa de los propietarios a renegociar sus planes urbanísticos para el PERI-5, debe lidiar con una patata caliente que ocupa una superficie total de 80.683 metros cuadrados, que se gestó en 2008, bajo otro gobierno socialista, el de Heliodoro Gallego, dentro de un diseño de ciudad que se ha demostrado desacertado pero que en 2020, ya bajo Gobierno de Cs y PP y con el apoyo de Vox, recibió su aprobación inicial sin recibir un pero del Ayuntamiento.
De momento, Miriam Andrés ha solicitado a la Secretaría General un informe para conocer con certeza legal qué pasos se pueden dar de aquí al 21 de septiembre. De hecho, a día de hoy es una incógnita cuál será la posición de los cinco grupo políticos respecto a la aprobación del PERI-5.
Lo que está claro es que si el documento recibe su aprobación definitiva, Inbroser podrá llevar a cabo sus planes de construir un mínimo de 176 y un máximo de 294 viviendas de tres tipos: colectiva libre, colectiva de protección y residencial unifamiliar.
La predominante será la colectiva libre, con un total de 73 viviendas, a las que se sumará la protegida, de las que se prevé edificar 74. Pero la parte del león del proyecto urbanístico son las unifamiliares, para las que se proyecta una superficie edificable de 8.044 metros cuadrados que permitirán construir, 40 viviendas aisladas o pareadas; o 99 adosadas.
Un desarrollo urbanístico que necesitará de nuevas calles, zonas de aparcamiento y espacios públicos y que cambiarán radicalmente esta parte de la ciudad, algo a lo que se han opuesto frontalmente colectivos como Salvemos la Dársena.