Después de desarrollar el grueso de su carrera al amparo de los nublados cielos del Reino Unido y tras el paso previo de dirigir a Bélgica, Roberto Martínez aterrizó en Portugal seducido por el enorme talento que presenta la actual generación de jugadores lusa y por un nuevo clima: 'Bob' cambió las nubes del norte por la calidez y la luz del Atlántico lisboeta.
Acunado por ese sol, el entrenador catalán disfruta dirigiendo la selección campeona de Europa en 2016 de la mano de Fernando Santos y Cristiano Ronaldo. La paulatina decadencia de ese grupo de futbolistas que alzaron la gloria en Francia llevó a la Federación Portuguesa a asumir un cambio de aires necesario, sobre todo tras el duro golpe sufrido en el pasado Mundial 2022, donde el seleccionado de Santos cayó en cuartos contra Marruecos.
Ambos destinos estaban condenados a entrelazarse. Los lusos ansiaban un técnico que encauzara el enorme caudal de talento que posee el actual jugador de las 'quinas' y el preparador catalán peinaba el mercado para hallar un proyecto potente y con 'materia prima' a la cual 'dar forma' para poder lograr lo que no pudo hacer con Bélgica: levantar un trofeo.
Fue amor a primera vista. La selección ibérica lidera con autoridad su grupo de clasificación para el próximo campeonato continental de Alemania 2024. Ha ganado todos sus partidos y presente un positivo bagaje goleador. Cierto es que el nivel de sus rivales no es muy destacado: Eslovaquia es la que más se le 'acerca' en el segundo puesto y le sigue, ya a varios puntos, Luxemburgo. Los demás integrantes del Grupo J son Islandia, Bosnia y Liechtenstein.
Pero el 'quid' de la cuestión y el foco estuvo puesto sobre todo en la primera convocatoria del de Balaguer con su nuevo equipo. Después del fiasco en Catar, en el seno de la Federación local se esperaba un importante 'golpe de timón' por parte de Martínez, enfocando ese cambio en la decisión de no citar a Cristiano Ronaldo. El español explicó su pensamiento sin dejar lugar a dudas: «Este es un nuevo ciclo que con Cristiano nos hace mejores. Es nuestro capitán y es muy importante utilizar su experiencia». De esta forma, 'Bob' dio cuenta del debate con el atacante del Al-Nasr, cuya partida a Arabia Saudí había colocado encima de la mesa la posibilidad de dejar de acudir con Portugal después de casi 200 internacionalidades en ese momento.
«Tenemos que ser flexibles para poder cambiar la estructura de un partido a otro y durante ellos. Por eso para mí era importante empezar con un grupo de jugadores con experiencia», argumentó un técnico que, además, reúne cualidades para gestionar un vestuario con una enorme calidad liderado por la ambición del capitán.
Ahora, el entrenador que hizo campeón de la FA Cup al Wigan Athletic en 2013 derrotando en la final al City y que estuvo en tela de juicio por no lograr exprimir al máximo la última gran generación belga, afronta el reto de conseguir con Portugal lo que no pudo con los 'diablos rojos', con los que llegó a semifinales en Rusia 2018, a cuartos en la Eurocopa 2020 y se estrelló en Qatar 2022 en la fase de grupos.
Evitar que otra hornada de futbolistas inundados de talento no caiga en saco roto, como pasó con el combinado luso ganador de los Mundiales Sub'20 de 1989 y 1991, donde se encontraban mitos como Luis Figo, Rui Costa, Jorge Costa o Joao Pinto, es el principal objetivo de Martínez, un preparador cualificado y sin un estilo de juego definido, pero con una enorme capacidad de adaptación a los entornos que se encuentra. «La calidad del futbolista portugués permite jugar 'tiki-taka' y hacer transiciones rápidas», explicó el catalán, exento de los grilletes de los axiomas modernos y que busca subir un peldaño más.