Días para aclimatarse a su nueva residencia

César Ceinos
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Los 90 subsaharianos están recibiendo sus primeras clases de castellano en Palencia y realizando actividades con los monitores

Los africanos llegaron el miércoles a Palencia. - Foto: Óscar Navarro

Los cambios de domicilio siempre son complicados y en el caso de los 90 inmigrantes subsaharianos que llegaron el miércoles a la residencia de los Padres Barnabitas de Palencia lo es todavía mucho más. 

Se bajaron del autobús en un lugar que no conocían y las primeras horas están siendo, en líneas generales, de contacto con su nuevo centro de acogida, que está gestionado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. «Todo el personal les dio la bienvenida el día que llegaron. Todos venían con la documentación bien hecha, pero la estamos revisando para que no haya ningún tipo de error. Además, estamos en contacto con extranjería, con el padrón y conSanidad», asegura la directora técnica, Pachi Franco, después de destacar que están «contentos» tras su llegada al inmueble situado en el Camino de la Miranda.

Comenta que los africanos (en su inmensa mayoría senegaleses y malienses) están recibiendo sus primeras clases de castellano en Palencia, realizando algunas actividades deportivas con los monitores y conociendo las costumbres con los integradores sociales. Además, serán sometidos a un reconocimiento médico y serán vacunados en los casos que sea necesario.

Por otro lado, Franco detalla que  están aprendiendo cuestiones relacionadas con las tareas domésticas y que «en los comedores son ellos los que retiran las bandejas». «Nos estamos poniendo al día.A partir del lunes se les hará las pruebas de nivel de idiomas. De momento, tendrán clases de 9,30 a 13,30 horas y durante el curso escolar la intención es que reciban formación reglada fuera del centro», comenta la directora.

Junto a los subsaharianos hay más de una veintena de empleados, entre los que figuran también trabajadores sociales, recepcionistas y auxiliares administrativos.En cambio, los que ya no están con ellos son sus compatriotas que llegaron de Lérida para apoyarlos durante sus primeras horas en tierras palentinas.