Durante la restauración de la capilla de San Isidro de la catedral se descubrió una cripta prerrománica, donde se encontraron unas lápidas que pertenecieron a los últimos enterramientos de la segunda mitad del siglo XVII y que están en «buen estado», según explica el delegado diocesano de Patrimonio Artístico, José Luis Calvo Calleja. Por esa razón, fueron retiradas de la zona y actualmente se encuentran ubicadas en un espacio en el que están a la vista de todos los visitantes. La cripta está cubierta por un suelo de madera provisional que se instaló este año.
Además, se hizo una excavación arqueológica en la que hallaron unos restos «muy importantes», afirma José Luis Calvo, quien añade que «estas ruinas estaban a una profundidad de unos cuatro metros». «Los trabajos aún no ha concluido, es decir, no se ha excavado en su totalidad y solo se ha llegado a la mitad», explica. En este emplazamiento aparecieron unos restos, «los cuales no tienen una cronología exacta, así que no se sabe si son restos tardorromanos o visigóticos. Por lo tanto, si son tardorromanos se remontan a los orígenes de la ciudad de Palencia romana. En cambio, si son visigóticos entroncarían con la cripta de San Antolín de la catedral», comenta.
Por lo tanto «este gran descubrimiento en la cripta tiene una importancia capital para la secuencia histórica de nuestra ciudad de Palencia y para nuestra catedral». Actualmente, está a la espera de un nuevo proyecto y de obtener la subvención económica suficiente para poder continuar la excavación. Del mismo modo «ha aparecido un arco de medio punto enorme con una bóveda de unas dimensiones muy grandes, que se prolonga fuera de la catedral, es decir, desde aquí atraviesa toda la calle de Santa Teresa». Quizá entronque también con una cripta del mismo siglo que existe en San Bernabé, que «tiene unos capiteles enormes, que serán los más grandes de Castilla y León», posiblemente del siglo X o XI.
Lápidas y restos óseos hallados en la cripta prerrománica de la catedral de Palencia - Foto: Óscar NavarroPor lo tanto, esperan que la excavación arqueológica continúe. Y para que así sea «se necesitarán todas las licencias oportunas para poder llevar a cabo las intervenciones. Además, los investigadores deberán tener el proyecto definido y contar con el presupuesto para poder llevarlo a cabo. Estas excavaciones y estos descubrimientos, que son de tantísima calidad, y no solamente tienen una finalidad científica sino también para disfrute de todos los palentinos y todos los visitantes», recuerda el delegado diocesano de Patrimonio, quien explica que investigadores de la Universidad de Oxfor estudiarán los restos óseos hallados.
Para que la cripta sea visitable y esté abierta al público, necesitará una adaptación al turismo, por lo que habría que hacer unas escaleras con medidas de seguridad y unas plataformas. Precisamente, como atraviesa la calle, «este yacimiento también pertenece al Ayuntamiento», así que «requerirán unas sinergias con todas las instituciones palentinas para poder realizar cambios e intervenciones en ella».
Estos descubrimientos «tan importantes» ya fueron visitados por el Ministerio de Cultura. Dicho esto, «el Gobierno es consciente de lo que hay aquí y de lo que ha aparecido aquí», menciona. Pero también lo ha inspeccionado la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento, la diócesis y el cabildo catedralicio, puesto que es el titular. Por lo tanto, «debemos unir nuestras manos y esfuerzos para continuar esta excavación y ver el alcance tan importante que tiene este descubrimiento arqueológico tardorromano y visigótico de una calidad extraordinaria», indica Calvo Calleja.
Lápidas y restos óseos hallados en la cripta prerrománica de la catedral de Palencia - Foto: Óscar NavarroLA CAPILLA. Respecto a la capilla de San Isidro Labrador, en este último año, según explica José Luis Calvo, «ha quedado como nueva, porque se han eliminado todas las humedades y también se han conseguido recuperar todos los colores que tenía la bóveda tras una limpieza profunda».
Por otro lado, se han limpiado todas las vidrieras de la capilla, que actualmente están restauradas y limpias, así como los paramentos y las paredes. Igualmente, se han vuelto a reubicar los bienes muebles de la capilla, el retablo de San Roque, el de San Jerónimo y la talla de San Isidro Labrador.
Estas reformas que se han llevado a cabo en la capilla de San Isidro de la catedral con cargo al 1,5% Cultural representan «un antes y un después de cómo estaba al principio, sucia con humedades, llena de polvo y ahora está limpia e impecable», señala Calvo Calleja.
La última intervención que se llevó a cabo tuvo lugar antes de la celebración del séptimo centenario de la colocación de la primera piedra de la seo gótica, celebrado en 2021.
Por otro lado, la restauración que se llevó a cabo también incluyó la bóveda, que «es preciosa», asegura el delegado diocesano de Patrimonio. Es de estilo gótico y en ella se puede apreciar la pintura de dragones en los nervios, que pertenece a la época medieval del siglo XIV. Asimismo, rehabilitaron las paredes y todos los paramentos de la capilla.
José Luis Calvo Calleja comenta también que el suelo de la capilla se levantó porque la madera estaba podrida y estaba hundido. De este modo, pudieron limpiarlo hasta quedar «impecable y reluciente». Después, se colocaron tablas de madera nuevas.
En lo que respecta a la intervención de un bien de interés cultural, «considerado de una categoría número uno», los investigadores afirman que «es obligatorio hacer excavaciones arqueológicas, que es lo que precisamente llevaron acabo en la catedral», concluye el delegado de Patrimonio Artístico.