Los diez lugares de Inés Arija

PASIONES: El baile, el turismo -sobre todo el rural-, montar a caballo y pasar tiempo con su familia y amigos. 

TRAYECTORIA: Originaria de Astudillo, estudió el Bachillerato Artístico enla escuela de Arte Mariano Timón de Palencia y ahora cursa un grado superior de Arquitectura Efímera en el mismo centro.

1. Villalaco.  «Es una pequeña localidad cercana a mi pueblo, Astudillo, y a la que llevo yendo toda mi vida porque allí tengo familia y amigos. Me gusta mucho ir al río Pisuerga, el lugar más conocido, especialmente al comienzo del verano, cuando aún no hay mucha gente. De esta manera, puedo disfrutar tranquila y sin mucho ruido de los sonidos de la naturaleza. Es un momento que dedico a mí misma».

2. Villodre. «Al igual que Villalaco, Villodre es otro municipio cercano a Astudillo donde tengo familiares. Reconozco que no voy muy a menudo, solo en fechas importantes donde se junta todo el pueblo, que es como una gran familia, ya que estamos siempre todos juntos. Sin duda, eso es lo que más me gusta, que es un pueblo muy familiar. Además, al lado de la ermita hay una zona de árboles muy tranquila y perfecta para hacer una merienda y disfrutar del tiempo libre con los amigos».

3. Abadía de Lebanza.  «A este lugar de la Montaña Palentina acudo todos los veranos desde los ocho años gracias a un campamento organizado por astudillanos. De pequeña iba como campista y ahora lo hago como monitora. Esta experiencia me ha permitido ganar muchas amistades y adquirir buenos valores. Me encanta subir todos los estíos y disfrutar de una semana de desconexión entre las montañas».

4. San Cebrián de Campos.  «Es el pueblo de los pinchorreros (gentilicio popular de los vecinos de esta localidad situada a mitad de camino entre Villoldo y Amusco). Me parece un lugar con mucho encanto y con gente encantadora. Lo conozco gracias al campamento de Lebanza que tantas amistades me dio y, siempre que se puede, voy con mis amigas porque nos gusta mucho. A pesar de tener menos de 500 habitantes, se pueden hacer muchos planes que hacen que te apetezca volver a visitarlo».

5. Amayuelas de Abajo. «Se trata de un pueblo muy pequeño con gente muy grande, que es lo que más me fascina, que sus habitantes hagan de su pueblo un sitio de prestigio a pesar de los pocos recursos de los que disponen. En Amayuelas de Abajo se han creado muchas asociaciones y proyectos con fines solidarios, como pueden ser Volviendo al Campo y el Festival Risas Refugiadas. Además, a pesar de su reducido tamaño, tiene zonas interesantes de descanso con unas vistas preciosas a la comarca de Tierra de Campos».

6. Escuela de Arte Mariano Timón.  «Mi centro de estudios desde que comencé 1º de Bachillerato de Artes. Ahora, continúo con mis estudios en este lugar, ya que me matriculé en el ciclo de grado superior de Arquitectura Efímera, una nueva especialidad que se imparte en Palencia desde hace dos años. Cuando lo escuché sabía que quería estudiarlo. Me encanta y me alegro de seguir estudiando en la provincia. Así puedo seguir viviendo en Astudillo».

7. Escuela de danza Smile de Palencia.  «La definiría como mi segunda casa, ya que en ella practico ballet desde los cuatro años y muchas de las tardes las paso junto a mis compañeras de la escuela, que han pasado a ser mis amigas gracias a esta expresión artística y a esta escuela. Más allá de las clases, también disfruto de las actuaciones y de los campeonatos y reconozco que los nervios con el tiempo se van llevando mejor».

8. La Mota astudillana.  «Es el antiguo castillo de Astudillo. Está repleto de bodegas que se llenan de personas a las que le gusta estar con su gente. Personalmente, destaco las vistas de los atardeceres, ya sea sola o con amigos, y poder disfrutar lo que me regala mi localidad».

9. La plaza de España de Astudillo.  «Me gusta la plaza de mi pueblo. Ha sido el lugar de recreo de toda mi infancia y, actualmente, mi punto de encuentro. La plaza en fiestas, durante cualquier verbena, es donde se pasan los mejores ratos. Otra cosa que me gusta, tanto de la plaza como del pueblo, es que siempre hay alguien en la calle, alguien a quien saludar o alguien con quien pasar un buen rato hablando».

10. El páramo.   «En Astudillo tenemos la suerte de tener un páramo con grandiosas yeseras de buen tamaño. ¡Tanto que se puede entrar dentro sin agacharse! Y no solo el páramo, sino todos los montes y atalayas cercanos que hacen que Astudillo tenga muchas rutas y que en días de buen tiempo se pueda disfrutar de alguna de ellas con las amigas, paseando, hablando y disfrutando de las vistas y la brisilla que hay en invierno y en verano».