"La despoblación de la zona es el problema más grave"

César Ceinos
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Asegura que la centenaria empresa galletera de Aguilar de Campoo es fiel a la comarca norteña, pero reclama viviendas, tanto en alquiler como en venta, para que los trabajadores que lleguen a la factoría puedan disponer de ellas

Juan Miguel Martínez Gabaldón - Foto: DP

El director general y consejero delegado  de Galletas Gullón, Juan Miguel Martínez Gabaldón, asumió el primero de sus cargos hace más de tres décadas y el segundo, hace cinco años. Destaca la importancia de la galletera aguilarense, la única compañía galletera familiar que sobrevive en 2024, en el sector de la industria agroalimentaria de Castilla y León y hace hincapié en que el problema de la despoblación que azota a la provincia «puede ser tan grave que impida el crecimiento» de la marca del norte. «Todo el equipo directivo está muy preocupado», explica el dirigente.

¿Qué peso tiene actualmente Galletas Gullón en la industria agroalimentaria de Castilla y León?

Diría que tiene un peso principalísimo. Somos grandes transformadores de materias primas de la comunidad, puesto que consumimos más del 6,4% del trigo que produce la región, más de 15% de la remolacha y más de 50% del aceite de girasol alto oleico. Además, nuestro volumen de facturación, que asciende a 670 millones de euros, quiere decir que, de alguna manera, somos imprescindibles para la industria agroalimentaria en la transformación, sobre todo en la materia prima, dándola un valor añadido y venderla tanto en territorio nacional como en el resto del mundo.

¿Y qué fuerza tiene la compañía galletera en términos laborales?

También somos una empresa clave en Castilla y León. Somos el primer motor económico del norte de Palencia con alrededor de 2.000 trabajadores y una creadora neta de puestos de trabajo. En 2023 entraron 101 nuevos trabajadores en nuestra plantilla. Por lo tanto, somos importantísimos por nuestra dimensión y por ser la industria galletera muy manufacturera. Eso significa que, aunque tengamos procesos automatizados, siempre necesitamos mucha mano de obra. Yo siempre digo a nuestros gobernantes que la industria agroalimentaria es uno de los ejes fundamentales de la economía de la región, pero también que es buenísimo tener empresas líderes que hagan de punta de lanza en la exportación y que sean transformadoras de las materias primas de nuestra tierra.

¿Producir galletas en Aguilar de Campoo tiene más ventajas o desventajas en estos momentos?

En este momento, hay más desventajas.En la industria galletera, antes de los años 50 y 60, cuando las comunicaciones por carretera eran tan malas, una de las estrategias que tenían las empresas era establecer muchos centros productivos repartidos por la geografía nacional para buscar la materia prima y acercarse a la población. Hoy en día, prácticamente, el negocio está en los costes logísticos, que son muy fuertes. Eso es un inconveniente para las empresas que han quedado lejos de los ejes de comunicación, ya que los grandes centros de consumo están en Madrid,Barcelona y las grandes capitales. Por lo tanto, estar en una zona rural un poco aislada es una desventaja muy importante, sobre todo por la logística y, después, por la problemática de encontrar personal para la fábrica. Pero en nuestro caso particular, con una trayectoria de más de 130 años enAguilar, buscamos las ventajas, que son muchas también, desde el punto de vista socioeconómico y de responsabilidad con la comarca. A nosotros, por ser una empresa familiar con origen en la provincia, nos favorece mantenernos aquí.Otra cosa sería si se tuviera que crear la industria, pero Gullón tiene una historia y una responsabilidad socioeconómica en la región, con trabajadores que se dan cuenta de la riqueza que produce la compañía.Todo ello compensa con creces los problemas estrictamente económicos por logística y por disposición de mano de obra.

La importancia de la marca galletera es de sobra conocida para la villa norteña, la provincia y la comunidad. ¿Qué supone esta empresa para la vecina Cantabria aun estando fuera de sus límites territoriales?

Cuando hay una empresa tan importante como la nuestra en creación de empleo y en transformación de materias primas se crea un radio alrededor de su localización que afecta a todo lo que la circunda. Y, en este caso, también afecta a la parte sur de Cantabria. Para esta comunidad,Gullón también es una compañía destacadísima, ya que vienen muchos trabajadores de las zonas de Reinosa, los Valles, Valderredible y Torrelavega.

Gullón preside la Fundación para la Excelencia Empresarial de Castilla y León (Execyl), que tiene como grandes objetivos fomentar y visibilizar la competitividad y el buen hacer de las empresas de Castilla y León. ¿Qué aporta la galletera?

Nosotros somos socios fundadores de Execyl y llevamos muchos años perteneciendo a la asociación. Creo que la dimensión de nuestra empresa implica el disponer de equipos directivos muy profesionalizados y de tener una gestión muy adecuada y exitosa. Tenemos mucho que aportar a Execyl para que otras compañías puedan beber de nuestras experiencias y conocimientos, que con mucho gusto compartimos con todos los asociados. 

En la Memoria de Sostenibilidad de 2023 de la compañía, publicada recientemente, se refirió a 2023 como «un período marcado por desafíos sin precedentes como consecuencia del aumento del precio de las materias primas, los conflictos bélicos y la inflación. ¿Cómo lograron luchar contra estos tres retos y, a la vez, seguir contratando personal y aumentando la facturación?

Los años posteriores a 2020 se caracterizan por una incertidumbre tremenda en la que en poco tiempo ha habido un incremento tremendo de materias primas, con problemas de suministro en algunas de ellas. Además, ha traído una inflación desconocida desde hace muchísimos años. Por tanto, era un marco en el que las empresas no estábamos acostumbradas a actuar y nos ha exigido utilizar la virtud que tiene Gullón de saber adaptarse a los tiempos. En concreto, en 2021 vimos que los precios de las materias primas,  aumentaron tremendamente y nos afectó al beneficio. Entonces, tuvimos que ir absorbiendo nosotros una parte del incremento y otra, el mercado. Tuvimos que incrementar tarifas, pero siempre con una perspectiva colaboradora y de socio responsable con nuestros clientes. 

Ahora parece ser que no hay problema de escasez, aunque el cacao y el chocolate tienen un precio prohibitivo en los últimos semestres. No obstante, creo que nos encontramos en un momento de ralentización y tranquilización de todas estas cuestiones relacionadas con las materias primas y con la inflación.

¿Hay miedo a que la situación del año pasado siga en el futuro?

Creo que no. Pienso que la economía está entrando en una etapa de ralentización de estos problemas. Eso sí, es cierto que ya no se va a volver a aquellos años de estabilidad, en los que los precios se mantuvieron más de una década prácticamente invariables. Se está incorporando mucha población de los países emergentes al consumo y cada vez se depende más de las cosechas que haya cada año y estas irán afectando al devenir del mercado.

En la memoria también explicaron que consolidaron «el modelo de negocio basado en la reinversión» evitando el endeudamiento. ¿Qué acciones les permite no estar endeudados? 

Nosotros somos una empresa familiar. Por lo tanto, una de mis responsabilidades fundamentales es mantener y no poner en peligro el patrimonio de la compañía. Eso hace que tenga que aplicar unas políticas muy tradicionales en cuanto a financiación de Gullón. Hablando en plata, significa no gastar lo que no tenemos y comprar cuando tenemos el dinero. Eso lo aplicamos a rajatabla. Nosotros reinvertimos, desde siempre, el beneficio y nunca compramos nada si no hay dinero en caja. De esta manera, aunque vengan tiempos malos, estos no nos afectan de manera fulminante y somos capaces de  ir adaptándonos. Se vive muy bien  sin tener deuda bancaria. Hay otras empresas que usan el apalancamiento financiero, pero en nuestro caso nunca lo hemos usado.

En anteriores entrevistas publicadas en Diario Palentino, siempre hizo referencia a la importancia de la innovación. ¿Qué queda por innovar en Gullón?

El sector galletero te permite innovar de manera continuada, pero, por otra parte, para estar en la vanguardia hay que innovar. Es decir, necesita una innovación constante, aunque esta no sea muy difícil y los peligros que se corren a la hora de lanzar un producto no conllevan grandes cantidades de dinero. 

Nuestro crecimiento ha estado basado en la innovación.Somos los grandes innovadores del mercado español de la galleta. Hemos aportado al sector el segmento de los productos saludables y fuimos y somos líderes totales y absolutos. Cuando la industria utilizaba la manteca de cerdo de las fábricas de Guijuelo, que servían prácticamente a toda España para hacer las galletas, nosotros  ya trabajábamos con grasas vegetales. Además, en 1990 lanzamos la primera galleta sin azúcares añadidos.

Gullón apareció por primera vez en 2023 entre los diez primeros en la clasificación sectorial de alimentación de Merco Empresas y este año alcanzó el noveno puesto. ¿Qué significa figurar en este listado empresarial?

Es un reconocimiento a nuestra trayectoria y la potencia de la marca. Llevamos más de 30 años creciendo por encima del 10% y estos resultados no pasan inadvertidos. Cada vez se nos conoce más, hay más consumidores que eligen nuestras galletas y estamos en todos los segmentos de mercado.

Exportan a más de 120 países. ¿Qué planes siguen a la hora de vender y adentrarse en mercados, en algunos casos, tan diferentes del español?

En el mercado español es imposible crecer a la manera y velocidad que lo está haciendo Galletas Gullón. Eso     lo conseguimos a través de la exportación, que lo hacemos en cualquier país que tenga moneda para comprar o con el que se pueda comerciar libremente. Entonces, la velocidad a la que se exporta a un país varía muchísimo. Primero lo haces a través de ferias y de contactos, después, te van comprando distribuidores y, seguidamente, pones a algún director comercial hasta llegar a disponer de alguna empresa filial.  Nosotros tenemos en Portugal, Reino Unido, Francia,Italia y Estados Unidos. Es un avance continuado porque cuando entras a vender en un país te vas relacionado con los clientes, te van aceptando el producto y lo vas adaptando. La exportación no deja de ser el futuro de la marca.

¿Qué desafíos tiene Gullón a corto y medio plazo?

Somos uno de los grandes fabricantes de galletas en Europa y a nivel mundial. Por lo tanto, nosotros lo que tenemos que hacer es vigilar varias cosas, como seguir facturando más en el extranjero. Para ello tenemos que tener una calidad de personal cada vez más exquisita y más comprometida con nuestra empresas y un afán por mejorar los procesos productivos, aumentar la productividad de fabricación del producto, hacer una buena selección de materia prima para tener siempre un producto y desarrollarse en un entorno (la Montaña Palentina) respetando todo lo relacionado con la sostenibilidad y el medio ambiente, que es una obligación para cualquier empresa que se tercie. Además, que revierta económicamente en la comarca y que los trabajadores se sientan a gusto con nosotros. Son objetivos globales de una compañía que se siente fuerte, que quiere crecer,  que cree que tiene un proyecto exportable y que, por tanto, merece la pena luchar por él.

¿La despoblación de la zona puede ser un problema para la empresa?

Sí, es un problema muy grave. Diría que es el más grave de todos porque  puede llegar a parar nuestro crecimiento en Aguilar si no se actúa de una manera contundente. Todo el equipo directivo está muy preocupado. No hay suficientes casas en la comarca y no hay población. Nosotros, en nuestro crecimiento, necesitamos muchísima mano de obra que no encontramos.Estamos absorbiendo a toda la población joven del norte de Palencia y, prácticamente, no encontramos nuevo personal. Es un problema gravísimo para Gullón.

Hace un par de años aseguró que tenían previsto alcanzar los 3.000 empleados en 2030. No sé si mantienen ese objetivo

Por cuestión de inversiones no tenemos ningún problema, pero por falta de trabajadores creo que va a ser imposible. Nos vamos a encontrar con que no vamos a poder seguir invirtiendo aquí porque no hay trabajadores. Así de sencillo, de contundente y de claro. Hay un problema tremendo en el norte de la provincia para suministrar trabajadores a una empresa con el crecimiento sostenido que está teniendo Gullón. Y esto se lo estamos diciendo a todos los que se acercan a nosotros y a los que no se acercan. Vamos más rápidos que las posibles soluciones que puedan venir aquí. Es un problema gravísimo y con mucha diferencia respecto a cualquier otro problema que tenga la compañía de cara al futuro.

¿Tienen planteada alguna ramificación o la creación de alguna fábrica en otro lugar?

No. Nosotros somos fieles a nuestra comarca. En el norte de Palencia nació nuestra empresa y la familia me ha dado indicaciones de que debemos continuar creando riqueza en Aguilar y todo el equipo directivo está convencido de ello. Estamos muy a gusto y queremos seguir aquí, pero, sinceramente -y esto es muy importante que lo entienda todo el mundo-, creo que no va a ser posible porque no hay población ni trabajadores suficientes en la comarca para un crecimiento como el que estamos teniendo en los últimos 20 años. Y esto es un problema que se tiene que resolver a nivel nacional, autonómico, provincial, local y todos los que estén interesados en que Gullón siga invirtiendo aquí, que es lo que queremos.

¿Qué apoyo necesita Gullón en estos momentos de las administraciones públicas?

Creo que no hay suficientes casas ni en alquiler ni en propiedad para vender. Cuando contratamos a personal tenemos varios problemas. Por un lado, cuando el personal tiene que recorrer más de 75 kilómetros prácticamente los costes de transporte lo hacen imposible y cuando vienen aquí no hay casas. Se necesita tomarse este problema muy en serio con casas y pisos de alquiler y de construcción nueva.Eso es lo fundamental para que el personal que quiera venir a trabajar pueda encontrar un sitio de instalarse.

¿También son necesarias la A-73 (Burgos-Aguilar) y la línea de alta velocidad (LAV)?

Sí, por supuesto, pero el principal problema que hay ahora es que no podemos seguir creciendo porque nos falta personal.Ese es el principal problema. Obviamente, después hay que reflexionar dónde estamos. Necesitamos la A-73 para conectarnos de manera rápida y ágil con los ejes logísticos de España. En ciertas jornadas llegan aGullón hasta 200 tráileres, 150 de manera diaria. La LAV también es un tema fundamental para comunicar Aguilar de manera rápida con el resto del país.Son infraestructuras muy necesarias para Gullón.Si la fábrica estuviese, por poner un ejemplo, enMadrid, reduciríamos los costes logísticos (de varios millones de euros) más de la mitad. Pero el principal problema, insisto, es disponer de personal y para eso necesitamos la construcción urgente de viviendas.

Es la única compañía galletera familiar centenaria que se mantiene en el sector. ¿Da miedo o confianza?

Confianza. Precisamente en eso está la clave.Somos galleteros desde hace 130 años y estamos muy a gusto en la comarca. Y cuando vienen problemas de cualquier tipo hay empresarios que tienen miedo y venden la industria. Nosotros lo que hacemos es ponernos a beber agua de la fuente fresca de nuestras raíces, que es Aguilar y la galleta. La gran fuerza de Gullón es querer seguir  generando riqueza donde hemos nacido.  Si nosotros no fuéramos una empresa familiar, no tuviéramos esos principios e historia y no nos sintiéramos a gusto de esa responsabilidad social por la comarca, quizá si surge un problema acabaría vendiéndose. Pero, precisamente, las raíces son lo que nos hace fuertes y nos da seguridad y estabilidad.

Entonces, ¿no se plantean una venta?

Por supuesto que no.Lo que pasa es que estamos creciendo en un mercado que está estancado y siempre aparecen bulos y hay mucha competencia. Pero solamente hace falta conocernos para darse cuenta de nuestro ideal.