Rodrigo Cuevas: «Es un espectáculo divertido y disfrutón»

Rubén Abad
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Rodrigo Cuevas llega a la capital dispuesto a sorprender con temas que se han convertido ya en banda sonora gracias a esa fusión de los ritmos tradicionales y populares con la música actual, un arte que combina como nadie en sus discos y el escenario

Rodrigo Cuevas: «Es un espectáculo divertido y disfrutón»

Pidió a los Reyes Magos cuando aún tenía ocho años un Casio CTK 50, que nunca le trajeron. Ahora, con 39, domina una amplia gama de instrumentos, que combina a la perfección con su inconfundible voz. Escucharle es un placer para los oídos y verle en directo, una fantasía. Sus conciertos son pura adrenalina y de ello podrán dar cuenta este sábado los palentinos que se acerquen hasta el parque del Sotillo en el marco del Palencia Sonora. 

Rodrigo Cuevas llega a las 20 horas al escenario Vibra Mahou con La Romería dispuesto a dejar huella entre aquellos que ya conocen su arte y también a todos los que están dispuestos a descubrirlo. «Será una fiesta», aventura.

Agitador folklórico y artista total al que le gusta rondar a la canción tradicional con otros géneros musicales. ¿Se siente cómodo con esta definición?

Con lo de agitador folklórico me siento totalmente identificado, pero lo de artista total me queda un poco grande.

Lo cierto es que combina como nadie el folklore con la música contemporánea

Lo he conseguido usando todas las herramientas que tengo a mi alcance, escuchando mucha variedad de música e intentando divertirme mucho con la música que hago. La clave de todo es la diversión, y eso se contagia a quienes te escuchan y a los que te ven actuar sobre el escenario.

Cuando me divierto yo, se divierte la gente, o eso intento. Por eso, el objetivo siempre en los conciertos es hacerlo todos juntos. Cualquier error que suceda es un beneficio para nosotros, y con esa intención salimos a a actuar. El arte es precisamente eso, un aprendizaje continuo.

Saber escuchar a sus paisanos de los pueblos con un padrón reducido pero ricos en valores y en tradición oral habrá sido una de las fuentes de inspiración para sus trabajos

Es muy importante escuchar hablar y cantar a nuestros mayores. También cómo se expresan y cómo saben decir las cosas de forma más poética que nosotros. 

Comenzó formándose en piano, pero ha hecho de las castañuelas, el acordeón y otros instrumentos populares su principal seña de identidad junto a su inconfundible voz

Ahora mismo, con lo que más cómodo me siento es con la voz, aunque me costó mucho llegar hasta aquí. Para cualquier cantante, siempre es un proceso largo encontrar un estilo y yo lo estoy consiguiendo paso a paso. Estoy muy contento con eso.

Reside en Piloña, un municipio en el corazón de Asturias con «las fuentes muy frías» y los «mozos muy calientes», como dice en uno de sus temas. ¿Qué le aporta a nivel personal y artístico vivir en el medio rural, y esa defensa que usted hace de este territorio?

Es una forma mucho más natural y auténtica de vivir y de relacionarse con la gente. Vivimos de otra manera, y eso los compartimos los pueblos y las ciudades pequeñas que están sin globalizar.

¿Cómo valora esa puesta en valor del folklore tras años en los que este género estaba denostado por el gran público?

Está muy bien que ahora las músicas populares estén en las mismas programaciones que la pop u otros géneros que tienen muchísimas escuchas.

Es precisamente la singularidad de su obra la que le hizo merecedor del Premio Nacional de las Músicas Actuales en 2023. ¿Cómo valora un artista este tipo de reconocimientos?

Son un lujo, y te da mucha visibilidad. Fue un momento muy importante para mí. La carrera cambió totalmente y me ayudó mucho a darme más a conocer.

En este contexto se desplaza hasta la capital para subirse este sábado al escenario del Palencia Sonora, donde no será su primera vez. ¿Qué sensaciones me transmite un festival como este?

A veces hay pocas oportunidades de actuar en ciudades más pequeñas, y festivales como el Palencia Sonora nos abren las puertas a este tipo de propuestas. Está muy guay poder estar este sábado en Palencia, porque la anterior ocasión fue un concierto en plena pandemia, con todo el mundo sentado en la plaza de toros.

Repite esta vez como una de las cabezas de cartel. ¿Es una responsabilidad añadida?

Lo de los cabezas de cartel es un rollo. A mí no me gusta nada que pongan a una gente en unos tamaños y al resto en otros, porque creo que todos deberíamos estar en el mismo nivel. Hay que esmerarse igual y compartir la responsabilidad entre todos los artistas.

Actuar en un festival tiene también un punto a favor, porque nos da a conocer a gente. En este tipo de eventos puedes descubrir a tres o cuatro grupos que no tenías controlados, y eso debería de ser un objetivo para el público aparte de irse de fiesta.

¿Cómo ha sido la evolución de Rodrigo Cuevas entre Manual de cortejo y Manual de romería?

Voy cambiando bastante, hay una evolución. Este espectáculo es más divertido, más disfrutón y más jugón; mientras que el primero era más intimista y melancólico. Ahora estamos a pasárnoslo muy bien.

¿Qué se van a encontrar en su concierto los palentinos que acudan al parque del Sotillo?

Va a ser una romería, un concierto con coreografías que todo el mundo tiene que imitar, como se hacen en las buenas verbenas de las fiestas de pueblo. Va a haber mucho salseo, mucha sensualidad y muy buena música porque llevo un bandón que se va a cagar la perra.