África es cuna de grandes talentos, aunque el radar del fútbol suele pasar por encima este continente por otras zonas más 'atractivas' para detectar jóvenes valores. Por eso, la Copa de África se ha convertido en los últimos años en un escaparate de lujo para los grandes clubes, que buscan captar jugadores útiles para su plantilla o, más bien, que les puedan deparar una jugosa plusvalía en el futuro. En Costa de Marfil finalizó ayer una edición marcada por las sopesas, por eso, este once ideal del campeonato está marcado por sudafricanos, congoleños e, incluso, un angoleño, además de la fuerte influencia de las dos finalistas: Nigeria y los anfitriones.
Empezando por la base de todo equipo, la portería, en esa demarcación aparece Stanley Nwabali, un guardameta que en el duelo de octavos de final contra Camerún pareció lesionarse de gravedad la rodilla, pero que volvió a enfundarse los guantes para batir récords de puertas a cero en la competición y para apuntalar con una sobriedad insospechada el arco de las 'Águilas Verdes'.
Muy cerca se quedó de llevarse el honor de aparecer en el once Ronwen Willimas, el cancerbero de Sudáfrica, que fue vital para que los 'Bafana-Bafana' llegaran hasta semifinales.
Avanzando una línea, en la defensa hacen acto de presencia dos centrales de cierta experiencia como William Troost-Ekong, de Nigeria, y Chancel Mbemba, de la República Democrática del Congo. Con muchísimas tablas para aportar seguridad desde la base de la jugada y ante los delanteros contrarios, los dos zagueros fueron fundamentales para sus selecciones, desenvolviéndose en dos sistemas diferentes por su contundencia, saber estar y capacidad de liderazgo.
De hecho, gran parte de los éxitos defensivos de las 'Aguilas Verdes' en la Copa de África han pasado por la labor de un Troost-Ekong que se ha revelado como uno de los mejores futbolistas del certamen.
Pasando a las bandas, Ola Aina y Arthur Masuaku completarían una línea del campo marcada por los colores de las dos naciones del centro de África. Aina está en el once por su sacrificio a pesar de jugar de carrilero, y Masuaku por sus virtudes a la hora de irse arriba y su golpeo a balón parado.
En la medular, qué mejor que contar con dos centrocampistas físicos y con mucho recorrido, tanto en el campo como en sus carreras profesionales, como Seko Fofana y Franck Kessié. Los dos jugadores han sido la base de los 'milagros' que llevaron a la anfitriona hasta la final, además de ser los encargados de capitanear a los suyos cuando se quedaron sin técnico al final de la fase de grupos. Acompañando a estos dos portentos, Teboho Mokoena se deja ver como otra de las frescas apariciones del campeonato en la sorpresiva Sudáfrica.
Pero, si de sucesos inesperados va la cosa, Gelson Dala no puede faltar. El 'alma' ofensiva de una Angola que 'murió' en cuartos no pudo llevar a los suyos más lejos, pero sus números (cuatro goles y una asistencia) le mantienen en este equipo, que por la otra banda tiene a Ademola Lookman, la 'bala' del ataque de Nigeria y que tan bien se entendió durante todo el torneo con Victor Osimhen y que acabó sumando una cantidad de tantos y pases de gol que le convirtieron en esencial para José Peseiro.
Y, por último, como delantero referencia y que no pasó de octavos conGuinea Ecuatorial, Emilio Nsue. Sus cinco dianas en solo cuatro partidos y su exhibición ante Costa de Marfil le dan el billete para ser el 'ariete' de esta Copa de África.