Popularismo. Según la Real Academia Española (RAE), tendencia o afición a lo popular, o perteneciente al pueblo, especialmente en el modo de vida o en las manifestaciones artísticas. No hay mejor palabra para definir la Carrera Popular de la Avenida de Madrid, precisamente la única popular, al cien por cien, en la provincia. La inscripción es íntegramente gratuita, sin ninguna cantidad, por pequeña o solidaria que sea, que abonar. Por eso se trata de una prueba especial, distinta, y eso los corredores lo saben y lo agradecen. Quizá ese sea uno de los secretos del crecimiento de este evento, que hoy dobló la participación. Los 300 inscritos de la pasada edición se quedaron cortos ante los más de 600 de esta. Por eso, Milagros Mancho, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Avenida de Madrid, se mostraba tan contenta. «Estamos asombrados, nos ha desbordado la cantidad de participantes este año. En la junta directiva trabajamos nueve personas y estamos algo sobrepasados con la excelente participación, aunque no ha habido nada fuera de lo normal, todo se ha desarrollado con normalidad. Nosotros encantados, de hecho, animamos a que sigan apuntándose el año que viene. Nosotros trabajaremos para que la próxima edición sea todavía mejor», reconocía.
La jornada comenzó a las 11 horas, con las carreras de las categorías inferiores (minibenjamín, benjamín, alevín, infantil y cadete). Para entonces, el tiempo todavía era agradable. Pero cuando eran las 12 horas, momento en el que comenzaba la prueba reina, la popular, el sol picaba y mucho, pese a alguna nube que cubría tímidamente el cielo. Los corredores se enfrentaban a cinco kilómetros de un circuito urbano que discurría por la avenida Ramón Carande (donde estaba situada la salida y la meta), avenida de Madrid, avenida San Telmo y calle Francisco Vighi.
El primer atleta en entrar en la meta era Manuel Sánchez. «Hace dos años quedé tercero, el año pasado segundo y este tenía ganas de venir a ganar. Viendo los rivales he salido con el grupo, pero sabía que podía dar un punto más en el último kilómetros y he acelerado para irme en solitario. Es un recorrido muy rápido y en cuanto a la organización, es de diez. En muchas carreras nos cobran un pastón», explicaba el ganador recién cruzada la línea de meta.
La incombustible Elisa Hernández era la primera mujer. «Quería hacer un continuo si no había nadie que corriese más, como ha sido el caso. El objetivo está hecho. Me he metido detrás de algún chico en las zonas de aire y a correr hasta meta. Los veteranos no nos damos el lujo de parar, el verano será largo», comentaba la vencedora.