Carbón cogiendo calor en lo más hondo del recipiente y un fondo de verduras como base para hacer un buen guiso. Esta es la escena que se repitió ayer hasta en 180 ocasiones en las localidades de Guardo y Villamartín de Campos, que celebraron sus respectivos concursos de ollas ferroviarias en medio de un espectacular ambiente festivo que, además, impregnó del aroma propio de la cocina a fuego lento las calles de ambos municipios. 

La mañana fue frenética en el municipio guardense, que batió el récord de participación en esta séptima edición con un total de 145 ollas inscritas. Unas cifras que, según destacó la concejala de Festejos, María José García, «posicionan a Guardo como un referente en Castilla y León» y demuestran la buena acogida no solo de los vecinos del pueblo, sino de cocineros llegados «desde todos los puntos cardinales». Así, en esta ocasión se dieron cita aspirantes de País Vasco, Cantabria, Andalucía y Castilla y León, con una importante presencia comarcal.

De entre todos ellos el primer premio, dotado con 500 euros, se lo llevó Felisa Gonzalo, que competía en casa.  La Asociación Gastronómica Las Cachavas, de Pámanes (Cantabria), y José Ramón Cruz, de Balmasea (Vizcaya), completaron el podium de un certamen en el que se repartieron 2.000 euros entre los veinte mejores guisos.

Guardo cocina con carbón el mejor guiso en olla ferroviaria

Paciencia y buena mano entre los fogones son parte del secreto del éxito para presentar al jurado la mejor elaboración tras cinco largas horas de cocción. Y es que este es el tiempo que hicieron los aspirantes en la villa minera para preparar sus alubias con chorizo y morcilla, productos todos ellos pertenecientes a la marca de calidad Alimentos de Palencia y aportados por la organización. «La colaboración de la Diputación es imprescindible para que el certamen siga creciendo en participantes y público», detalló la edil norteña.
Y es que la plaza del Ayuntamiento, epicentro de la celebración, reunió a más de 500 aspirantes al calor de la olla ferroviaria, pues cada una de ellas tiene detrás un gran equipo que se afana en tenerlo todo listo. Además, fueron muchos los guardenses que se acercaron a comprobar los guisos.

En paralelo, y mientras las alubias iban cogiendo gusto, muchos de los cocineros se animaron a preparar tortillas de patatas, que también se premiaron y se dieron a degustar entre las personas allí presentes. El ganador de esta competición fue Roberto García.