Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


Así fue

02/06/2024

La última semana de mayo transcurrió con abundante material para los servicios informativos de todos los medios. Se sucedieron, uno tras otro, los acontecimientos de gran trascendencia en distintos niveles y categorías. Sin duda alguna, el jueves fue el día que pasará a la historia de España como el día de la infamia: en el Congreso de los Diputados se aprobó la vergonzosa Ley de la Amnistía que confirma la validez operativa del trueque de impunidad por investidura y condena a la sociedad española a una división profundamente negativa. También se produjo, por parte del gobierno, el reconocimiento del Estado Palestino en medio de la cruel guerra que asola Oriente Medio y cuyas consecuencias están por conocerse. Comenzó la campaña electoral para las elecciones al Parlamento Europeo en medio de tormentosas sesiones en el Congreso de los Diputados en las que se exhibió la capacidad para el insulto y la grosería de nuestros parlamentarios así como la carencia de argumentos que convenzan a los votantes. En otro nivel más festivo y superficial, se celebró la presencia en Madrid de la cantante de moda, Taylor Swift, que provocó una tormenta de frivolidad en aquel sector social que enloquece por aparecer en los medios, aunque sea haciendo el ridículo. La cantante actuó durante más de tres horas movilizando tanto al ministro Óscar Puente como a sonados influencers que sólo representan su vacuidad en una noche de ruido y derroche de energía que, según se dice, resultó económicamente muy rentable. Mientras tanto, celebrábamos en Palencia, la reanudación de las Jornadas de Poesía Ciudad de Palencia, interrumpidas desde 2012. Los lectores de poesía saludamos con entusiasmo esta iniciativa del Ateneo palentino que nos acerca tanto a poetas ya consagrados, como es el caso de Antonio Gamoneda, como a jóvenes que ya son más que promesas y con calidad reconocida, como Rosa Berbel. Impresionó la belleza y hondura de la obra del cubano afincado en Paredes de Nava, Sergio G. Zamora, quien con el dulce acento caribeño sedujo a los asistentes dando a conocer una obra de indiscutible calidad.