Como todos los años por estas fechas van llegando de la forma más descarnada hasta nosotros los fríos, las nieblas, las nieves, los días sin sol … y, de pronto, metidos en todo este maremágnum de incomodidades meteorológicas, se nos enciende una pequeña lucecita interior y nos acordamos de que, coincidiendo con todo esto, estamos también frente a una nueva Navidad.
Y ya nuestro ánimo parece cambiar, dando un giro radical para encarar, armoniosa y felizmente, esta nueva Navidad. Un tiempo especial en el que en medio de tanta sinrazón del día a día parecen querer aflorar los mejores sentimientos de amor, perdón y reconciliación entre las personas.
Y, para ello, contamos con la calidez amplificada del entrañable y acogedor hogar familiar, donde nos reunimos con nuestros seres queridos para celebrar estos días de la mejor manera posible, compartiendo las tradiciones y disfrutando de una manera íntima y afectuosa de las pequeñas cosas de la vida.
Y, así, resulta que se convierten en unos días que vivimos de forma especial, porque nos sentimos mucho más bondadosos, más tolerantes y más solidarios para con los demás; y hasta más empáticos si cabe. Pues sentimos como si de pronto aflorasen nuestros mejores sentimientos y quisiéramos reflexionar y perdonar y amar mucho más.
Y es que decimos ¡Navidad!, y el que más y el que menos, fruto del tiempo de vacación y descanso, de la mayor alegría de los niños con sus regalos, del reencuentro entre familiares y amigos, de la iluminación y decoración especiales, se examina para sus adentros y siente como si Navidad fuese esa palabra mágica que le hace llenarse de amor hacia sus semejantes; y capaz de parar guerras, olvidar rencores y odios para tratar de hacer un mundo mejor y más habitable.
Ojalá la Navidad en este sentido, a pesar de haber trascendido ya de su origen puramente religioso, durase mucho más a nivel mundial, para que su espíritu tocase las conciencias y ayudase a mantener la paz, el amor y la prosperidad entre los pueblos.
Así que, con el mejor de los ánimos, vaya en este sentido el deseo encarecido de unos MUY FELICES DÍAS DE NAVIDAD para todos.