Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


Adiós

01/06/2024

Hoy, digo adiós a mayo, ese mes tan amigo mío que me va a costar rellenar su hueco. En mayo siempre he visto las cosas de otra manera, yo creo que el optimismo se adueña  de tal forma de los sentimientos que es capaz de llevarse de calle toda la parte negativa que intente abrirse paso. Lo malo, en mayo, se hace más llevadero pacientemente. Lo bueno, nos parece colosal.  Y lo magnífico, ya nos deja sin palabras. En mayo se celebraba el cumpleaños de mi madre, y que me llena de añoranzas, de reuniones familiares y poéticas, en las cuales  las sobremesas fueron un derroche de ingenio, y todo aderezado con buen queso de oveja y vino de majuelo y bodega castellana. Y también, en mayo, seguimos celebrando, y con mucha ilusión,  tu cumpleaños, Araceli. En mayo, siempre tengo a mano lápiz o pluma, porque estoy dispuesta a rellenar todos los espacios vacíos que me deja el papeleo que estoy trasegando, a veces me río, porque aprovecho facturas... recibos... Aquellos huequecillos  se llevan de calle mi situación emocional presente. ¿Complicada? Sí, soy una tía muy rara. Y en mayo he obtenido premios literarios... he publicado libros... durante mi etapa de bibliotecaria, he organizado actos culturales... tertulias... reuniones... y siempre en mayo. Es que los días son más largos... el sol ayuda...Y en mayo, me he enamorado entre rosas, para luego, en noviembre,  desenamorarme entre cipreses. Decía mi abuela: -- ¡Esta chiguita no deja títere con cabeza !-- Y lo decía en mayo. ¡Es que mayo da para mucho! Y las mujeres presumidas, en mayo, buscamos perchas por los armarios, y vaciamos algunas, porque ya hemos visto en los escaparates y revistas los atuendos, adornos y aderezos favorecedores y modernos, y esos no nos los podemos perder. Son ilusiones pasajeras y de temporada, pero si propician la lisonja y el piropo, no nos importa, cuando pase mayo, pasarlas al baúl de los recuerdos. En fin, en fin... ¡Bendito sea el modo de sonreír a la vida, sin estímulos farmaceúticos!  Y termino con una mínima parte de uno de mis poemas.--Mayo, ¡qué haría sin ti ! / Quiero verte tan en mí / que aún sin trébol de cuatro hojas / los tallos de las mimosas / esparcidos por el suelo / me miman, son mi consuelo / al no encontrar a mi paso / más luces, que el cielo raso / que me cuida desde el Cielo.

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