Tres años han bastado para comprobar las bondades del bar Cáceres. Y es que, este es el tiempo que hace que Cinthia cogió las riendas de este negocio de la calle Cervera, número 4. 

Desde el primer día, esta cocinera ha sabido conquistar los paladares más exigentes gracias a una amplia y rica oferta gastronómica. Lo más habitual es comenzar por los desayunos, donde no falta la bollería para endulzar una de las comidas más importantes del día.

Cuando llega la hora del almuerzo, los clientes que cruzan las puertas de este coqueto local se encuentran con una vitrina repleta de pinchos con los que saciar su apetito. Oreja, callos, tortilla de patata, choricitos, panceta, lomo, croquetas... Una lista interminable y muy sabrosa, que, cuando comienza el vermú, se completa con las tapas que ofrece Cinthia con cada una de las consumiciones.

Estos pequeños bocados también son variados, pero lo más habitual y que no falta ningún día de la semana es el huevo cocido con sal, una tapa que se originó el mismo día que el bar abrió sus puertas y que ha traspasado a los nuevos inquilinos.

A esta se suman las patatas alioli-bravas y las cortezas de careta de cerdo, otro habitual, mientras, dependiendo de la época del año, los clientes pueden tomar pucheros o viandas más frescas. Sin dejar de mencionar las coxinhas y los kibis, dos raciones típicas de Brasil que elabora a diario Cinthia.

Quienes tienen apetito pueden optar por alguna de las raciones de rabas, croquetas caseras, bocadillos e incluso hamburguesas, platos más contundentes. Aunque, sobre todo los fines de semana, pueden reservar una de las famosas parrilladas, servidas sobre una piedra caliente para que las carnes y las verduras terminen su cocción directamente en la mesa de los comensales. Una delicia que también se puede encargar para llevar, como toda la oferta gastronómica.

Por  todo lo aquí contado se observa que el servicio ofrecido es exquisito. Pero como no es lo mismo leerlo que comprobarlo, lo mejor es acudir a este bar cualquier día de la semana y así degustar algunas de sus ricas viandas.