Sentido homenaje a Giraldo

Rubén Abad
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Sentido homenaje a Giraldo - Foto: Óscar Navarro

La de ayer fue una de esas tardes en las que las emociones brotan, afloran los sentimientos y un halo de cariño, respeto y admiración envuelve todo el conjunto. La plaza que le vio nacer como matador el 2 de septiembre de 1978 (precisamente la imagen que ilustra el cartel de la feria taurina de este año), rememoró el arte del maestro Pedro Giraldo, fallecido el pasado mes de mayo, en el emotivo homenaje póstumo que se le tributó al de Cisneros en la goyesca del día del patrono.

Fue un acto sencillo, de esos que se hacen de verdad y no por compromiso. De los que brotan del corazón, se organizan con pasión y se sienten bien adentro. Y ese cariño lo debió palpar desde el redondel la viuda del diestro, la periodista y fotógrafa taurina estadounidense Muriel Feiner, quien se deshizo en elogios a los promotores del homenaje. 

«Es muy bonito ver cómo la gente de Palencia, y el mundo del toro en general, guarda recuerdos tan cariñosos de Pedro y de lo buena persona que era», destacó Muriel, quien dio igualmente las gracias a la Diputación y a la empresa por el homenaje, en el que también estuvieron presentes sus hijos Pedro Luis y Blanca; y los nietos, Daniela y Mateo. «Estamos muy orgullosos y Pedro, desde arriba, también lo estará», destacó en declaraciones a Diario Palentino.

Un momento que forma parte ya del álbum de los buenos recuerdos familiares, en un hueco tan especial como lo tuvieron las tardes de gloria de Giraldo. De recuerdo, la viuda se llevó una placa y un llamativo ramo de flores de Sánchez Arte Floral.

«Estoy viviendo la feria con emociones mezcladas. Es muy bonito ver la cara de mi marido en el cartel, donde sale muy joven», subrayó Muriel justo el día en el que se cumplieron 46 años de la alternativa del matador, una fecha que ya vivieron juntos aunque aún no como matrimonio. Una mujer admirable y cercana que supo adquirir como propia la cultura española y una de sus más arraigadas tradiciones, como es la fiesta de los toros. Por ese mismo motivo, los habituales de Campos Góticos habrán visto a Muriel cámara en ristre pasear por un callejón que desde ayer es un poco más suyo y de su querido Pedro, quien luchó y defendió los toros «hasta su último aliento». «Eran su pasión», concluyó Muriel.