No es ninguna novedad si contamos que la provincia de Palencia ha perdido más de 26.000 habitantes en los últimos 30 años (en 1993 la población censada era de 183.939 habitantes) y que en cada aniversario de la festividad de la patrona de la capital, la Virgen de la Calle, el alcalde de turno a lo largo de este tiempo, un año sí y otro también, siempre solicitó la intercesión de la santísima con el propósito de que los jóvenes no emigraran de su tierra para buscarse un sustento.
La realidad es que, a día de hoy, con intercesión celestial o sin ella, Palencia pierde población, pero en ocasiones se obran pequeños milagros que bien merecen un espacio periodístico; un espacio que sirve, al menos, para romper tópicos. Y ese pequeño milagro en cuestión está protagonizado por una pareja, de origen cubano, que a acaba de llegar de Santander para labrarse un futuro profesional y personal en la capital palentina.
Sergio Buitrago, de profesión actor, y María Carla Martí, psicóloga y profesora universitaria, se encuentran todavía, como quien dice, desembalando sus efectos personales tras llegar a Palencia recientemente, pero ya se han hecho una pequeña composición de lugar. «Nos encanta cómo huele la ciudad. A veces a café y nosotros que somos muy cafeteros es algo que lo sentimos», asegura María Carla.
«Uno de los grandes motivos por los que estamos en Palencia -relata María Carla- tiene que ver con mi trabajo. Soy psicóloga y profesora universitaria e investigadora. Acabo de obtener una plaza de ayudante de doctor en la facultad de Educación en el campus de La Yutera. Cuando analizamos las características de Palencia, valoramos muy positivamente que fuera una ciudad tranquila y cómoda; en definitiva, lo fácil que supone la vida cotidiana aquí y cómo te puedes mover por distintos lugares. Todo está a cinco o siete minutos y lo mejor de todo es que la gente es muy amable; uno siente que es una ciudad como que la puedes agarrar».
Su pareja, Sergio Buitrago, actualmente está grabando una serie de televisión con una gran plataforma que será realidad en un próximo futuro. «En Cuba me formé en la escuela de Teatro y posteriormente cursé estudios superiores. Con 18 años comencé a protagonizar fotonovelas y series de televisión. De hecho, gran parte de mi curriculum está en Cuba. Cuando llegué a España seguí con mi vocación y retomé la carrera además de impartir incluso clases de interpretación en una escuela de cine y en el grupo universitario de teatro».
Sobre su actual trabajo en la serie televisiva no puede aportar mucho por la confidencialidad, pero asegura que «es un proyecto muy bonito en el que trabajan grandes nombres».
CAMINANDO. Sergio abunda en el hecho de que ambos nacieron en una ciudad (La Habana) «en la que andar forma parte de nuestra cultura y desde que estamos en España (sus anteriores destinos fueron Galicia, Canarias, Zaragoza, Teruel y Santander) eso lo hemos cuidado mucho. Nos gusta enormemente conocer las ciudades desde las calles caminando y viendo la gente un poco más despacio. Aquí en Palencia nos parece un lujo». Les llama la atención, por otro lado, «la cantidad de parques que hay; hemos visto muchos. Además, aquí da la sensación de que hay como una cultura del visitante: siempre respetando a esa persona que viene y que hay que hacerla sentirse bien». «Por mi carrera de actor, Madrid me llama mucho porque es donde se genera trabajo pero después de la pandemia se ha consolidado el hecho de que se puedan hacer pruebas a distancia. Antes los castings eran presenciales pero hoy con las nuevas tecnologías yo desde casa me los grabo y los envío y en Palencia lo puedo hacer», sostiene Sergio.
Su pareja, María Carla, solo tiene parabienes para el campus universitario palentino: «Al ser un campus pequeñito tienes la sensación de formar parte de una gran familia; llegas y te sientes super acogido. Hay un elemento de hospitalidad que incluso lo hemos comentado. Existe una gran voluntad por parte de las autoridades, como el vicerrectorado de La Yutera, para que el profesorado que venimos de fuera nos sintamos cómodos y acogidos y son elementos que hoy en día hay que valorar. Por lo demás, nadie nos ha dicho algo negativo de Palencia antes de llegar aquí; solo nos llamaron la atención respecto al clima, pero creo que hay otros muchos más elementos a valorar y supongo que este aspecto también será interesante de conocer», refrenda María Carla.